01-06-22 | Declaró el excomisario Oscar Raúl Pérez Fernández, quien negó haber cometido los delitos que se le imputan y acusó al fiscal de fundar su acusación en «malas interpretaciones». En esta audiencia los imputados Luis Di Filippo y Mario Ocampo pidieron ausentarse por cuestiones de salud. La próxima será el 15 de junio a las 9:30.
«Yo era un simple policía»
Desde San Rafael, declaró el excomisario Oscar Raúl Pérez Fernández, quien negó haber formado parte del Departamento de Informaciones de la Policía y haber participado de las detenciones de personas perseguidas políticamente que se le endilgan en este juicio. «A pesar de la condena recaída en el juicio anterior y en Casación penal, conservo la esperanza de que en este nuevo juicio logre probar mi inocencia. Hace nueve años que estoy apresado injustamente por malas interpretaciones o situaciones que no se como calificar», arrancó Pérez Fernández.
Negó tener responsabilidad respecto a lo sucedido con Dardo Montenegro, el matrimonio Osorio, Tripiana, Calívar, los Flores, Magallanes, Dauverné y otras víctimas, como probarían los libros de las actuaciones policiales. «Las afirmaciones que hicieron para llevar la causa a juicio son producto de hallazgos sobrevalorados, desbaratados por la defensa y el sentido común. No es tarea sencilla desmitificar la creencia de que formé parte del D2 desde el 16 de octubre de 1975, pero lo voy a intentar. Algo que es falso ha sido tomado como cierto», apuntó.
«Un error del operario» fue la explicación que dio sobre la anotación que lo ubica el 1 de julio de 1975 en el D2. Ese año tuvo el puntaje más bajo de su carrera y por eso no pudo ascender. Además, sostuvo que en febrero de 1976 fue sancionado como oficial ayudante de Policía, lo que figura en la planilla de calificaciones: «Otra muestra de que no trabajaba en informaciones en la época que se venía afirmando», insistió.
Enumeró documentos y se refirió a planillas y registros firmados por él que confirmarían su trabajo en Logística y no en Informaciones. También contó que en octubre de 1975 se casó con uniforme, mientras que los integrantes de Informaciones no podían usar esa vestimenta. Agregó que hay registros fotográficos que lo muestran uniformado en el 76 en diversos actos públicos, incluso algunas de esas fotos fueron publicadas en la prensa local.
«En mi legajo no van a encontrar ningún elemento para incriminarme, es el legajo de un simple policía que trabajó 32 años de manera honesta. No hay instrumento que certifique que tengo cursos de inteligencia o cursos antisubversivos. Ninguno de los que declaró reconoció a Pérez como su victimario», subrayó en otro tramo de su declaración. Por su parte, buscó refutar el testimonio de otro expolicía en el juicio anterior de San Rafael:
«Hay personajes nefastos movilizados por el interés. En este juicio se resalta uno de ellos (…) No sé bajo qué auspicio Hipólito Sosa dijo haber trabajado con Pérez en el D2. Este oscuro personaje mintió descaradamente».
Se refirió también a la declaración de Oscar Miguel Pérez Fernández en el cuarto juicio de Mendoza. El testigo-víctima, secuestrado el 8 de mayo de 1979 y llevado al D2 por 52 días, identificó a quienes lo secuestraron y mantuvieron en cautiverio: “A Hipólito Sosa le atribuye participación en la violación de una mujer» en el D2 de Mendoza, indicó el imputado.
Debido a que otras personas lo incriminaron en instancias anteriores, se refirió a estas declaraciones. Respecto a Armando Paya, sostuvo: «Se presentó como testigo estrella pero no pudo sortear las preguntas que le hizo el tribunal. La cantidad de mentiras y contradicciones fue un bochorno». También buscó desacreditar el testimonio de Ramón Peralta, detenido el 5 de abril en La Horqueta junto a Armando Camerucchi y Liliana Muñoz: «No me imputaron por este hecho pero tuve que soportar sus mentiras en el primero y segundo juicio. Fue un procedimiento al azar pero Peralta cargó su ira en mi persona tratando de perjudicarme».
Acusó además al Ministerio Público Fiscal de omitir detalles de los libros de novedades de Infantería y de la Unidad Regional Segunda. «El TOF 2 afirma erróneamente mi presencia en el Cuadro Nacional amparándose en un libro de novedades inexistente». Aseguró que el libro de la Comisaría 8 —que indica que se presentó desde el Cuadro Nacional en agosto de 1975— confundió al agente Oscar Pavez con el oficial Oscar Pérez y al destacamento Cuadro Nacional con los cuarteles del Ejército. Según el acusado, no estuvo en Campo Los Andes ni en Cuadro Nacional. En cambio, cuando se realizaban las detenciones que se le adjudican se encontraba oportunamente en otros sitios y ocupado de otros menesteres, tales como la organización del sepelio del policía Francisco Sandoval, de franco o acuartelado sin salida en la Unidad Regional. Indicó que esto consta en el libro de novedades de Infantería y de la citada unidad.
Sostuvo también que de acuerdo a los registros existentes «en febrero del 76 todavía no se habían producido detenciones de las ordenadas por el Ejército».»La obsesión de la fiscalía por condenarme le hace perder la objetividad que toda investigación debe tener. Cada vez que apareció mi nombre en un libro de novedades lo usó para incriminarme, pero ha obviado los pormenores de la tarea policial», remarcó.
El imputado pidió continuar su declaración en la próxima audiencia, que será el 15 de junio a las 9:30.
