Ingresó a la Policía Federal en 1970. El curso de formación duraba dos años. Sin embargo, se suspendió antes y en 1971 egresó como subayudante, cargo que cumplió durante 1973 y 1974 en distintas reparticiones. En 1975, a los 24 años, fue trasladado a Mendoza como subinspector oficial de servicio, cargo que desempeñó hasta julio de 1976. Según su declaración, tenía entre sus tareas el cuidado de la delegación cuando los jefes no estaban, el mantenimiento de la seguridad y el control de los ingresos y egresos del personal: “yo era un ‘che pibe’ en la delegación”.
Prestó funciones en la oficina de Inteligencia y quiso justificarse argumentando que su trabajo consistía en hacer partes y “explotación de prensa”. Es decir, leer los diarios y seleccionar información para enviar al comisario y/o a Buenos Aires, para que estuvieran enterados de todo lo que pasaba en Mendoza. Resaltó que su rol fue únicamente la transcripción, como un simple escriba.
En julio de 1976 viajó a Buenos Aires a realizar el curso de instrucción de la Federal que le permitió
ascender a Inspector en 1977. En ese momento regresó a Mendoza como responsable de la brigada.
Condenas
Fue condenado a la pena de 4 años y 6 meses de prisión en el sexto juicio por encontrarlo culpable del delito de asociación ilícita, pero fue absuelto por los asesinatos de Amadeo Sánchez Andía y Víctor Romano Rivamar.
