El segundo juicio por delitos de lesa humanidad en la provincia, primero en la Ciudad de Mendoza, consiguió llevar ante el tribunal a los máximos jefes del Ejército, Juan Pablo Saa y Tamer Yapur, figuras prominentes en el accionar ilegal, así como a Paulino Furió, que llegó intacto hasta recibir condena. Junto a ellos fueron procesados algunos altos oficiales de la Policía de Mendoza pertenecientes al Departamento de Informaciones (D2).
Las causas que se trataron respondieron a los reclamos de justicia que sostuvieron familiares de víctimas y sobrevivientes, constituidos en querellantes, quienes con ahínco e insistencia exigían el tratamiento de sus denuncias. El caso más resonante fue el esclarecimiento de la muerte de Francisco Paco Urondo, contenido en el debate
El juicio tuvo la particularidad de contar con los testimonio de varias personas que investigaron con profundidad las secuencias y el entramado del terrorismo de Estado para dar cuenta del contexto de los hechos. Fue el primer gran paso para recuperar la verdad sobre lo acontecido en el pasado reciente.