El octavo juicio por delitos de lesa humanidad de Mendoza investigó por primera vez en nuestra provincia la sustracción, ocultamiento y retención de la identidad de una menor, ejecutada en el marco de la práctica sistemática de robo de niños y niñas durante el terrorismo de Estado.
Se trata de Claudia Domínguez Castro, hija del matrimonio integrado por Walter Domínguez y Gladys Castro. La pareja fue víctima de un procedimiento encuadrado en el “Operativo Escoba”, que se propuso acabar con el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML). El resultado fue el secuestro y desaparición de nueve personas entre las que se encontraban Gladys, embarazada de seis meses, y su esposo Walter. El matrimonio fue aprehendido en la madrugada del 9 de diciembre de 1977. Claudia recuperó su identidad en 2015, luego del análisis que realizó el Banco Nacional de Datos Genéticos, convirtiéndose en la nieta 117 y en el segundo caso de restitución de identidad en Mendoza.
Los imputados en esta causa fueron tres: el militar Segundo Héctor Carabajal y el matrimonio compuesto por Julio Bozzo y Antonia Reitano, quienes la registraron como hija biológica. Carabajal fue miembro del Destacamento de Inteligencia 144 del Ejército, dependencia estratégica en el plan desarrollado por el terrorismo de Estado.
Mayores penas
En octubre de 2020 la Cámara Federal de Casación Penal dispuso —tras analizar la apelación del Ministerio Público Fiscal y la querella de Abuelas de Plaza de Mayo— que se revisaran las penas adjudicadas. Dos años después de la sentencia del Tribunal Oral Federal 1, en marzo de 2021 se modificaron los montos. El exmilitar Segundo Héctor Carabajal fue condenado a quince años de prisión, mientras que Antonia Reitano recibió la pena de cinco años. Julio Bozzo falleció un mes antes de la audiencia. Se aplicaron las escalas actuales del código penal para los delitos cometidos.