Lentes sobre los ojos disimulando las miradas, que alguna vez tuvieron, cuando debieron mirar y no vieron nada.
Frente a tribunales provinciales hay una pequeña gran multitud, muchos brazos, muchos abrazos, los abrazos son de mujeres, de hombres, de niños y niñas, de adolescentes, de ancianos, de abuelas, de padres y madres. Los brazos son de todos y todas los que estan diciendo ¡presentes!. El día, 17 de febrero de 2014. Cerca de las 11 horas, entro a la la Sala de Conferencias .
Uno se duerme sobre su silla, no tiene sueños que le pesen, tampoco parece tener pesadillas
Otro descansa sus manos en las rodillas, trata de mantenerse erguido, trata de descubrir dónde estarán los testigos, los sobrevivientes, aquellos que darán testimonio de lo que debió decir y no dijo, o de lo que no debió hacer, y sin embargo hizo.
A su lado, otro casi se tapa la boca, tratando tal vez de cubrir su silencio de cuando hablaba feroz.
Otro de traje gris claro y elegante corbata, mira hacia su frente, trata de descubrir los rostros de nosostras y nosotros; más allá otro de oscuros anteojos y un traje color de tierra. ¿Tratará de olvidar los cuerpos reconocidos del cuadro 33?
…
A mí no me engañan, unos son lo que abrazan, otros son los que matan.
No me engañan unas son la que me abrazan, estos otros son los que matan.