Alfredo Mario Manrique nació el 2 de enero de 1953 en San Juan. Su familia lo llamaba “Freddy”. Alfredo cursaba en 1977 el último año de la carrera de Ciencias Económicas. El 29 de junio de 1975 se había casado con Laura Terrera y el 8 de noviembre del año siguiente, había nacido la hija de ambos, Rebeca Celina Manrique Terrera. Vivían y trabajaban en Mendoza. Ambos eran militantes de la Juventud Peronista y de Montoneros.
Josefina Scala, tía y madrina de Laura, recordó que Alfredo era sumamente tenaz y trabajador. “Si él tenía que ponerse a armar un avioncito con maderitas, él lo hacía; si tenía que pintar una pared, la pintaba. Se daba maña para todo. Yo una vez le dije: ‘Freddy, si vos no tenés una cuchara para revocar una pared lo vas a hacer con la mano’. Porque era de esas personas que se ponía una meta y hacía todo para llegar a un fin. Desgraciadamente, se les cortó todo lo que podrían haber hecho en la vida”.
Tanto Mercedes Terrera como Raúl Manrique ‒hermano de Alfredo‒ y Josefina destacan la militancia social del matrimonio, ayudando a gente humilde de Lavalle y del barrio San Martín. Comenta Josefina: “Iban mucho a los barrios (…), como el San Martín, hacían muchas cosas por la gente”.
Josefina estuvo muy cerca de la pareja a la que describe como “muy unida». «Eran muy buenos compañeros. Vivíamos en el mismo barrio ‒el Trapiche‒, muy cerquita y siempre me dejaba la bebé para ir a trabajar. Así es que estábamos muy unidas. Yo la crié [a Celina] prácticamente con mi hijo, que tenían casi la misma edad (…) La vi el último día antes de que se fuera a San Juan, la noche anterior. Estuvimos cenando, conversando, haciendo proyectos”.
En julio de 1977, la pareja, junto a Celina Rebeca y aprovechando el feriado de Patrón Santiago, viajaron a San Juan a visitar a los padres y hermanos de Alfredo. El 24 de ese mes, se despidieron de la familia de Alfredo en la terminal de ómnibus de la ciudad de San Juan. Esa fue la última vez que los vieron. Todos los indicios hacen suponer que fueron apresados al descender del ómnibus, en la terminal de Mendoza
Desde ese momento, Laura ‒de 21 años‒ y Alfredo ‒de 23‒, se encuentran desaparecidos. La pequeña de ocho meses fue secuestrada y apropiada de manera ilegal. En 2007, se confirmó que se trataba de la nieta recuperada n° 87, Celina Rebeca, que es docente al igual que su mamá y recuperó su identidad.