Lorenzo ingresó a la dependencia en agosto del 76 y estuvo hasta abril del 78. En su declaración negó haber tenido injerencia en las detenciones de Seydell, Amaya y Moretti, pero dijo saber de los golpes y torturas que sufrieron. Consideró que llevar y traer prisioneros era una orden de sus superiores que él simplemente debía cumplir. No existieron pruebas para responsabilizarlo a él y a Garro por los abusos sexuales denunciados por los tres hombres detenidos en la seccional hacia octubre de 1976.
Condenas
En el cuarto juicio fue condenado a 3 años de prisión por los delitos sufridos por Seydell, Amaya y Moretti en esta seccional.
Fuente: Memorias de los juicios por delitos de lesa humanidad (Mendoza, 2010-2018).