El 6 de enero de 1949 en Mendoza nació Lidia “Lila” Beatriz De Marinis. Formó pareja con Horacio Basterra, con quien tuvo un único hijo de nombre Lisandro. El niño contaba apenas 5 meses cuando la secuestraron en junio de 1976.
Su familia estaba compuesta por cinco hermanos, su madre y su papá. El hombre era músico e incidió en la formación de sus hijos e hijas. Su hermana Dora tocaba el piano y ella se había formado en el canto, tenía una voz poderosa, según recuerda Hugo su hermano. Le gustaba mucho leer, a diferencia de otras chicas de su edad.
Sentía un cariño muy especial por un hermano 12 años menor que ella, y con Hugo estableció una relación más estrecha cuando se enteró que estaba en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), y que se había hecho peronista.
Alrededor del ’70 o ’71 viajó a Córdoba para estudiar Odontología. Siempre contaba sus aventuras. En este lugar se vinculó al Partido Revolucionario de los Trabajadores –PRT/ ERP- y luego se trasladó a Buenos Aires.
Hugo recuerda que Lila tenía con su mamá una alianza inquebrantable, y que con su papá mantenía una relación conflictiva, pero siempre la bancaban en todo. Los domingos, la familia se reunía a almorzar; comían rápido y temprano porque los varones partían a la cancha a ver al Club Argentino de Guaymallén. Lila, casualmente, jugó al básquet en ese club, por eso en su sede se inauguró un museo institucional que lleva su nombre.
Cuando comenzaba a arreciar la represión hubo un operativo en una casa del barrio Trapiche en la que ella alguna vez estuvo; la noticia la vieron por TV en familia la noche previa al secuestro.
El 3 de junio de 1976 Lidia estaba junto a sus padres y su hermano Gustavo. Entre 6 y 8 personas, con pasamontañas, borceguíes y ropa oscura irrumpieron en el domicilio de Catamarca y Montecaseros y se llevaron a Lidia en camisón, previo a atar y vendar a sus padres y hermano.