Era apodado el “Negro” por sus allegados. Había nacido un 30 de octubre de 1943 en el seno de una familia trabajadora de Mendoza. Luego de terminar el bachillerato, emprendió la carrera de Ingeniería en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
Se sostenía dando clases particulares y, en la última etapa de su vida, trabajaba como empleado administrativo en el
Automóvil Club.
Norma Martínez fue su novia desde la adolescencia. Ella lo recuerda como una persona familiera, a quien le gustaba mucho tocar la guitarra. Estaban alistando un departamento para casarse cuando Mario sufrió el atentado.
Amante del asado y de las empanadas, referente querido y respetado por sus compañeros universitarios, militante de territorio, Mario era un hombre cuyo compromiso social abarcaba un espacio simbólicamente significativo en su vida.
Según su novia y compañerxs, Susso se incorporó a la militancia después del Mendozazo. Tempranamente comenzó a militar en el Partido Comunista Revolucionario (PCR), entendía que la liberación solo sería posible si las luchas estudiantiles se unían con las de los trabajadores. Fue un pilar en la constitución del Frente de Agrupaciones Universitarias de Izquierda (FAUDI) donde se afirmó como dirigente. Batalló contra los grupos fascistas enquistados en la UTN, en particular contra la Concentración Nacional Universitaria (CNU).
En 1975, cuando la posibilidad de un golpe militarse sentía cada vez más cercana, Mario se lanzó con entusiasmo y decisión a la lucha antigolpista, en apoyo al gobierno de Isabel Perón. Junto con sus compeñeros universitarios llevó el planteo a los obreros rurales, contratistas de viña y a los barrios populares.
Según lo declarado por quien fuera su novia, tenía seguimiento y fue detenido por personal del D2, durante un fin de semana, a finales de 1975. Mario estaba informado de que su nombre figuraba en las listas de los grupos fascistas.
Por recomendación de su partido, pernoctaba en distintos lugares. El 20 de marzo decidió quedarse en la casa de sus padres. A las 3 a.m. irrumpió en la vivienda un grupo armado con los rostros cubiertos. Mario consiguió escapar, pero a metros de la entrada fue herido mortalmente y posteriormente cargado en un vehículo. Horas después, su cuerpo sin vida fue hallado en Las Heras junto al de una compañera del Partido Comunista: Susana Bermejillo.