Mauricio Amílcar López nació en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, el 18 de abril de 1919. Su padre trabajaba en Correos y Telégrafos, y Mauricio era uno entre varios hermanos y hermanas. Recibió su formación inicial en el marco de la Iglesia Evangélica de los Hermanos. Luego la familia se trasladó a Mendoza, donde Mauricio estudió filosofía.
Fue profesor de lógica y filosofía, de psicología y pedagogía, y dictó cursos y conferencias en múltiples institutos y centros ecuménicos en Berlín, Holanda, Suecia, Canadá, Bélgica, Escocia y Nueva York, como integrante del Consejo Mundial de Iglesias.
En ese marco Mauricio tuvo una destacada actuación, y colaboró en la organización de la Conferencia Mundial de Iglesia y Sociedad, “El compromiso cristiano en la revolución técnica y social de nuestro tiempo”, que tuvo lugar en Ginebra en 1966. Esa conferencia reunió a sectores cristianos progresistas, cuestionó la dominación del Norte en la teología cristiana, y denunció las relaciones y estructuras injustas a nivel local y mundial. La participación e influencia de los latinoamericanos fue notable en esa oportunidad.
Mauricio era una persona muy comprometida tanto en su tarea docentecomoen su vida como cristiano. El año de 1973 fue significativo en su vida: fue nombrado Rector de la recién creada Universidad Nacional de San Luis, cargo que ocupó hasta el golpe militar de 1976, y participó activamente de la organización de la recepción de los exiliados chilenos, que llegaban por miles después del golpe perpetrado contra el gobierno de Allende por las fuerzas armadas del vecino país.
En 1972 la Pastora Alieda Verhoeven y el Obispo Federico Pagura, de la Iglesia Metodista, el ex sacerdote católico Rolando Concatti, el pastor Mauricio López, de la Iglesia de los Hermanos Libres, Oscar Bracelis y otros habían creado la Fundación Ecuménica de Cuyo (FEC). Ante la avalancha de asilados, la Fundación empezó a alojarlos, primero en sus casas y luego en los templos. La Iglesia Metodista se convirtió en un centro de ayuda y coordinación de las tareas de recepción. Contaron con el apoyo del Comité por la Cooperación por la Paz en Chile (COPACHI), del Consejo Mundial de Iglesias y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Mauricio fue el primer Rector de la UNSL y por sus valores científicos, morales y humanos fue un referente para la mayoría de los docentes, alumnos y no docentes de su universidad. Nora, que fue su alumna cuando era muy jovencita, lo recuerda como una persona muy agradable, con sus ojos azules, profundos, su hablar pausado y reflexivo, su enorme capacidad para explicar, y más importante todavía, para escuchar la palabra de sus estudiantes “como si ellxs le revelaran el mundo”. En Mauricio destaca su profunda humanidad. Pudo haberse ido, dice Nora, pero no pudo imaginar que existiese tamaña brutalidad.
Mauricio Lopez fue secuestrado el 1 de enero de 1977 de su casa de Mendoza, y estuvo detenido en el CCD Las Lajas.