En el legajo personal de Simone figura su incorporación como PCI el 20 de septiembre de 1983. Días después se le asignó el seudónimo de Orlando Antonio Silva ‒las siglas siempre coincidían‒. Sin embargo, la fiscalía sostiene que esto es solo un blanqueamiento de las tareas que venía realizando con anterioridad, a modo de reconocimiento por los servicios prestados. En los listados de PCI del 76 al 83, que son prueba en esta causa, también aparece el nombre del imputado.
Simone es evaluado como una persona con “condiciones naturales para el quehacer específico”, con un perfil apto para el desempeño de las tareas de inteligencia, tanto en lo referido a aspectos ideológicos como a su confiabilidad. Figura en su legajo, además, la evaluación del conocimiento de factores: político, 70%; gremial, 50%; subversivo, 95%.
Actualmente investigado en el noveno juicio por la desaparición de Roberto Blanco.
Fuente: crónicas del noveno juicio.