Nació un 10 de noviembre de 1949, era la mayor de tres hermanas mujeres. Su papá era peluquero y su mamá, ama de casa. Tuvo una infancia y adolescencia itinerante entre Mendoza y Buenos Aires.
Cursó la secundaria en la Escuela Padre Claret de Mendoza y luego se inscribió en Literatura y Filosofía. No solo las llevó al día y con un promedio ejemplar, sino que además trabajó en diversos lugares, desde una zapatería hasta una inmobiliaria, desarrollando tareas de administración.
Su temprano compromiso religioso, al calor de la época, se fue desplazando hacia el compromiso político. Su hermana Alejandra recuerda su distanciamiento de la iglesia:
“Recuerdo cuando empezó a cambiar de ideas, si bien siempre había tenido esa tendencia a lo social, ahora lo hacía desde otro lugar…”.
Alejandra también recuerda a Susana como una hermosa mujer: “Era muy linda, muy linda físicamente, tez blanca y pelo negro… de cintura pequeña y caderas anchas; y sobre todo, inteligentísima. Llamaba la atención cuando se ponía una boina roja o lucía desfachatada las primeras minifaldas”. Agrega Alejandra: “Hablaba sin escrúpulos en la mesa… más de una vez se generaban discusiones por su postura en defensa de las mujeres, de los obreros, por sus
convicciones políticas”.
Además de las actividades militantes, Susana disfrutaba de la música, el teatro y la poesía. Entre sus preferencias estaban Mercedes Sosa, Violeta Parra, Joan Manuel Serrat, Federico García Lorca.
En 1973, Susana conoció a Juan Carlos Carrizo, quien en ese momento era presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Su primera salida fue al cine Lavalle a ver la película “Estado de sitio”. Fue después de conocerse que Bermejillo se afilió al Partido Comunista.
Juan Carlos recuerda su expresividad y espontaneidad en las discusiones: “Nunca se callaba, no aceptaba imposiciones por fuera de la razón, viniera de quien viniera. Un hecho que recuerdo mucho, y que habla de su sensibilidad fue para la muerte de Perón en el 74: lloraba como si fuera la mas peronista de todas, lo sintió como
propio… Tenía la sonrisa permanente en su rostro, expresando así una alegría muy fuerte, disfrutaba intensamente los buenos momentos”.
La joven pareja contrajo matrimonio en marzo de 1975 y se fue a vivir primero al barrio Unimev y luego, a un departamento al fondo de la casa paterna de Juan Carlos, en el barrio Bancario de Godoy Cruz.
En la madrugada del 20 de Marzo de 1976, estaban festejando su primer aniversario y la última materia aprobada de Susana, cuando irrumpió en su domicilio un grupo armado. La pareja, los padres y una hermana de Juan Carlos se encontraban presentes. Juan Carlos convencido de que solo lo buscaban a él escapó por los techos y logró esconderse dentro de una acequia.
Susana fue secuestrada y encontrada muerta horas después, junto a Mario Susso, en la calle Pescadores. Al momento de su asesinato, del que habrían participado grupos paramilitares vinculados a Concentración Nacional Universitaria (CNU) y la Triple A, Susana tenía 26 años.