«Vivi» nació el 7 de agosto de 1953. Era docente y estudiante. Su madre Haydée Moreno de Suarez comenta en el libro Hacerse Cargo: “Puede parecer presuntuoso pero Vivi era inteligente ciento por ciento. Por eso fue abanderada en el Politécnica Díaz Gastaldi y en el Magisterio. Se recibió de maestra, ejerció y estudió Periodismo hasta segundo año. Pero en unas vacaciones le confesó al hermano que quería seguir Ciencias Económicas. Mirá que a él le costó y se había recibido de perito mercantil…”
“Le gustaba ayudar sin mirar cómo vestía la persona y sobre todo a la juventud. Es por eso que trabajó también con el padre Llorens. Ella era guía y su hermano Carlos, scout de Murialdo. Ayudaron a la gente cuando la inundación, para que pudieran encontrar sus pertenencias, cuando el aluvión en el 70. Trabajaban hasta altas horas de la noche, venían, descansaban algo y volvían a juntar alimentos para ellos”
“Tenía grupos de amistades porque trabajaba con los chicos de Carrodilla y grupos juveniles del Magisterio, porque era maestra. Iba con el padre Llorens a ayudar a la gente a leer y escribir. Y tenía sus ideas políticas para mejorar la situación de Argentina. Y veían mucho el problema de los desocupados, de los pobres, trabajó con el ERP”. Su madre también comenta que era muy elegante, “le gustaba vestir bien (…) era alta y todo le sentaba”.
Por su parte su amiga, Alicia Rodríguez, señala: “Una vez, allá por el 74, en la casa de la Bertuca, donde todos íbamos a tomar mate con tortitas, la Vivi me ofreció su amistad. Yo sentía una gran admiración por ella y que me eligiera para ser su amiga, en realidad me emocionó aunque mi timidez no me permitiera expresar mis sentimientos. Uno de mis recuerdos más vívidos es durante la toma de la Escuela de Comunicación Colectiva, en la noche, la Vivi envuelta en un poncho, riéndose de las canciones de Billy Hunt (….) Tengo también la sensación de verla tranquilizándome cuando yo estaba aterrada por lo que pasaba, por la represión, las torturas y el encarcelamiento. Siempre con esa sonrisa franca y abierta, y esa mirada profunda e inteligente” (http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/s/suarezv/)
Cuando la detuvieron, el 13 de mayo de 1976, tenía casi veintitrés años. Señala su mamá “Cuando la llevaron era titular en la escuela Serú de Luzuriaga, Maipú”. Su amiga Alicia comenta “Creo que nadie muere verdaderamente hasta que se muere la última persona que la recuerda. Cuando yo me muera, serán mis hijos los que recuerden a Vivi y luego los hijos de mis hijos”.