Montenegro, Hugo Dardo

Desaparecido el 15 de septiembre de 1976

 

No está registrado en la CONADEP ni se lo halló en las listas de personas detenidas desaparecidas. Poco se sabe de Hugo Dardo Montenegro, su existencia y desaparición en la segunda mitad de 1976 surgieron de las declaraciones de testigos detenidos en la Casa Departamental. Sin embargo, documentos policiales y el testimonio de sus compañeros ofrecidos en el quinto juicio por delitos de lesa humanidad de Mendoza permitió que el caso saliera a la luz y posibilitó una fragmentada reconstrucción de su vida.

Nació el 6 de octubre de 1939 en Cacharí, un pueblo de la provincia de Buenos Aires próximo a Azul. Un parte policial agrega que era “hijo de doña Genoveva y don Pedro (…) alfabeto, soltero, dibujante y escultor, domiciliado en la calle Sarmiento y Colón, General Alvear”.

Por otro lado, sus compañeros de cautiverio recuerdan que su familia era originaria de aquella ciudad y había migrado hacia la provincia de Buenos Aires. Él regresó solo y se sumó a la militancia en la de la Juventud Peronista (JP). En su testimonio, Rosendo Chávez hizo precisiones y refirió que participaba de las actividades de la organización, dibujaba y pintaba las pancartas. Vivía en el local que JP alvearense de Libertador y Paso de Los Andes y un compañero de apellido Bello solía llevarlo a su casa para que comiera. “Era un artista (…) en un sindicato de San Rafael había hecho un cuadro de Vandor que parecía que hablaba”, dijo recordó Chávez. También indicó que era un bohemio: sus únicas pertenencias consistían en “un colchón de gomaespuma y un bolso”.

El 15 de septiembre de 1976 fue secuestrado en General Alvear y un día después trasladado a San Rafael. Fue visto en la casa departamental hasta que, junto a José Guillermo Berón, supuestamente salió en libertad el 8 de octubre de 1976. Sin embargo, ambos continúan desaparecidos.

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El Colectivo Juicios Mendoza se conformó en 2010 por iniciativa de los Organismos de Derechos Humanos para la cobertura del primer juicio por delitos de lesa humanidad de la Ciudad de Mendoza. Desde ese momento, se dedicó ininterrumpidamente al seguimiento, registro y difusión de los sucesivos procesos judiciales por crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.