AUDIENCIA 19 / DE MILITANCIAS Y BÚSQUEDA INCESANTE

26-05-2014 | Testimonió Mariú Carrera. Ofreció una semblanza de la militancia de los 70, la represión, la posterior búsqueda de los familiares y ratificó la indolencia de los jueces. Al iniciarse la audiencia, el defensor, Ariel Civit, recusó al fiscal Dante Vega, planteo que quedó pendiente de resolución.

La compañera Mariú Carrera da testimonio. Atrás, Ariel Civit, defensor del expenitenciario Oscar Bianchi.

 

La actriz María Rosario Carrera -conocida como Mariú- dio su testimonio en relación a la militancia, detenciones ilegales y desapariciones de mujeres y hombres del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y organizaciones afines, como el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), la Juventud Guevarista y el Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS).

Carrera fue convocada por el Tribunal Oral Federal luego de que días atrás diera su testimonio Carlos Eduardo Cangemi. En este sentido, el TOF dispuso que se escuchara ese audio antes de que se iniciara la declaración de la actriz. En ese marco, contó que conoció a Cangemi a través de una relación familiar, luego como compañeros en un elenco de teatro y, después, por la militancia. Estaban enrolados en el PRT y formaron la Asociación Argentina de Actores filial Mendoza, cuyo primer secretario general fue Rubén Bravo, hoy desaparecido, quien fuera el primer esposo de Mariú Carrera.

A los efectos de reconstruir lo sucedido con el PRT/ERP en la Provincia, el Fiscal Vega mencionó a exdetenidos y personas desaparecidas pertenecientes a esa fuerza y consultó a la declarante sobre cada uno de ellos. Mariú explicó que para entonces -1976- en el PRT estaban organizados, de modo que los miembros de cada grupo o célula no se conocían entre sí, o al menos no sabían los nombres. Dijo haberse relacionado con las y los desaparecidos Blanca Santamaría y Osvaldo Zuin, éste último compañero de teatro al igual que Raquel Herrera y Juan Bernal, secuestrados y fusilados en una finca de La Puntilla.

La testigo ofreció detalles de las intimidaciones de las que fueron objeto, Rubén Bravo y el grupo de teatro La Pulga. Asimismo, rememoró el vínculo de los militantes con el padre Macuca Llorens quien los invitaba a actuar en el barrio San Martín. El religioso fue descripto como «un hombre comprometido con la Iglesia. Sabiendo la pobreza extrema con que se vivía en el barrio San Martín, dejó el convento jesuita y se fue a vivir allí. Ayudó a construir casas, trabajó a la par de la gente, hizo una gran labor en la escuela – dijo y agregó- “Allí íbamos nosotros, a hacer nuestra militancia que consistía en transmitir mensajes a través de una obra de teatro. Eran mensajes en los que hablábamos de la igualdad social y de lo inconveniente de la explotación del hombre por el hombre»; actividades que solían compartir con jóvenes con variadas creencias y compromiso.

Pistas y frustraciones

Mariú y su familia recibieron duros golpes. En algo más de un mes desaparecieron, su compañero Rubén Bravo; su hermano Marcelo Carrera y su esposa, Adriana Bonoldi, embarazada. A partir de estos hechos inicia una constante búsqueda que continúa hasta el presente.

La testigo reveló varias pistas sobre Rubén Bravo que confluyen en la comisaría 7ª de Godoy Cruz. Asimismo, mencionó las expectativas falsas que lanzaban los represores generando un juego de esperanza y frustraciones. Relató que en una Navidad los llamó por teléfono el subcomisario de Relaciones Policiales, de apellido Lencinas, a quien solían consultar por los desaparecidos: «¿Están contentos, no han llegado?, nos dijo, “y no sé por qué lo hizo”, expresó. También relató una entrevista con Tamer Llapur, entonces en la jefatura del Ejército, quien comunicó a los padres de Bravo, Carrera y Bonoldi que sus hijos habían sido detenidos por “ideólogos” y que cuando fueran recuperados saldrían en libertad, motivo por el cual quedaron esperanzados en su regreso.

En la tarea de realizar averiguaciones, relató que Juan Garibotte, ya condenado en el III juicio por delitos de lesa humanidad en Mendoza, le dijo a su madre que si a él lo llamaban y le decían que en un lugar había un subversivo, iba y lo mataba.

La búsqueda incluyó a periodistas, curas, y hasta fue mencionado un contacto con Casia (padre), dirigente del Sindicato de Petroleros, quien retransmitió el pedido de que “no preguntaran más”.

Hoy, Mariú Carrera está abocada en develar los enterramientos clandestinos realizados en el Cuadro 33 del Cementerio de la Capital, sobre los que está trabajando junto al Equipo Argentino de Antropología Forense –EAAF-

La Justicia Ausente

El periplo que realizaban los familiares incluía la policía, el Comando, el Obispado y desembocaba en el Juzgado Federal. En este sentido, el fiscal Dante Vega destacó que hubo tres Hábeas Corpus –H.C.- presentados en favor de Bravo, cuatro por Marcelo Carrera y cuatro más por Adriana Bonoldi de Carrera. En todos los casos fueron rechazados.

Carrera afirmó que nunca fueron recibidos por miembros de la Justicia ante las denuncias de las desapariciones. “Ni un secretario, ni un fiscal, ni un juez” y agregó que en el Juzgado, “en un gancho de carnicería, estaban colgadas las respuestas” de los Habeas Corpus presentados, siempre negativas. Para peor, los HC eran rechazados con costas, es decir, los familiares, encima, tenían que pagar.

En su recorrida por la Justicia provincial y federal, recordó que en una oportunidad, en un Juzgado, la atendió Arnaldo Kletzer, quien también la recibió en el Comando, vestido de militar.

Al abrirse la interrogación de las partes, el defensor Ariel Civit, deslizó preguntas inadecuadas, a las que la fiscalía se opuso, en tanto María Rosario Carrera no contestó. Sin embargo, quedó pendiente una nueva ronda para la próxima audiencia.

Sucesos inesperados

Ariel Civit, defensor del expenitenciario Oscar Bianchi, presentó un pedido de recusación contra el fiscal Dante Vega, por “enemistad manifiesta” contra su cliente. En 2004, Vega se excusó de continuar interviniendo en una causa contra Bianchi, cuando fue denunciado por Silvia Castillo, de intentar inclinar su testimonio.

El fiscal Vega desmiente la «enemistad manifiesta» hacia Bianchi, al ser recusado por Civit

El fiscal desmintió el hecho y explicó que por entonces era un secretario inexperto que optó por excusarse para que siguiera tramitándose el juicio. Pidió que el planteo fuese rechazado sin más trámite, por extemporáneo. Aclaró que su rol no es imparcial sino objetivo, porque el Ministerio Fiscal se ocupa de la acusación pero que, de ninguna manera, sentía enemistad por el acusado Bianchi. “Parece que el que tiene la práctica de inclinar testigos es él (Ariel Civit) y así se lo hice saber en el juicio anterior al Colegio de Abogados”, agregó.

El planteo es una medida dilatoria más a la que recurren los defensores, motivo por el cual Dante Vega solicitó que “se le apliquen costas» al defensor. El Tribunal dejó pendiente la resolución de estos planteos hasta la próxima audiencia.

Finalmente, causó sorpresa a los Organismos y al público en general, el tono inconveniente con que el Juez Raúl Fourcade reprochó al Fiscal Dante Vega un comentario que éste hizo sobre el militar y, también Juez, Kletzer. No se puso en cuestión la pertinencia de la observación realizada por Fourcade, lo que resulta claro es que su tono fue altisonante e inapropiado si se desea mantener una relación respetuosa entre las partes y el Tribunal, como hasta ahora ha venido sucediendo.

Se retoma la audiencia el próximo viernes 30 de mayo.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

El Colectivo Juicios Mendoza se conformó en 2010 por iniciativa de los Organismos de Derechos Humanos para la cobertura del primer juicio por delitos de lesa humanidad de la Ciudad de Mendoza. Desde ese momento, se dedicó ininterrumpidamente al seguimiento, registro y difusión de los sucesivos procesos judiciales por crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.