AUDIENCIA 34 / ENTRE HOSTILIDADES Y RELATOS

19-08-14 | La defensa de Romano pidió el testimonio de la jueza Servini de Cubría para indagarla sobre la actual situación del Poder Judicial. Por otro lado, se leyó un informe del Cuerpo Médico Forense de la Nación que describe las hostilidades que sufrió en el penal de San Felipe al realizar las pericias a los imputados allí detenidos. Testimoniaron, también, Enrique Durán y Ricardo Aciar, secuestrados por el Ejército y detenidos en el Liceo y el VIII de Comunicaciones.

 

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Los magistrados se consultan en relación a lo peticionado por Civit

Se reabrió el debate con el pedido de Ariel Civit para que el Tribunal libre oficio a la jueza María Romilda Servini de Cubría a fin de que dé cuenta del presunto condicionamiento que sufre el Poder Judicial por parte del Ejecutivo. El defensor de Romano realizó un cuestionario por escrito, entregado al Tribunal, que se basa – según el mismo defensor aclaró – en declaraciones públicas de la jueza que recogen su opinión sobre la influencia que soporta la Justicia en la actualidad. Los Magistrados, después de consultarse entre sí, decidieron postergar la decisión hasta analizar la pertinencia del cuestionario armado por el Defensor de Romano.
Como de costumbre, el defensor Civit sacó de la manga un artilugio para complicar las audiencias, pero la fiscal Patricia Santoni le salió al cruce, planteando su oposición al testimonio de Servini de Cubría, por considerarlo improcedente. Agregó que, si Civit considera que el TOF Nº1 de Mendoza, no es imparcial, debe presentar pruebas en ese sentido. Las querellas adhirieron a esta propuesta.
Acto seguido, la Secretaria del Tribunal, Dra. Suárez, leyó el informe elevado por el Cuerpo Médico Forense de la Nación que se apersonó en el Penal de San Felipe con la finalidad de realizar las pericias médicas a los procesados, allí detenidos.  El escrito reveló los detalles del maltrato que recibieron los profesionales por parte del personal penitenciario. Plantones al sol, engaños, negativa a entregarles las historias clínicas de los detenidos y hasta osaron expulsarlos de un sector. A pesar de que el Director de la Penitenciaría no los atendió, con dificultad consiguieron realizar su actividad pericial.
El Tribunal comunicó que se libraron oficios a reparticiones del Poder Ejecutivo Provincial y varias instancias del Poder Judicial sobre la gravedad de lo acontecido la semana pasada en la cárcel de Mendoza.

Enrique Carmelo Durán

Enrique Carmelo Durán, a punto de entrar a testimoniar.
Enrique Carmelo Durán, a punto de entrar a testimoniar.

Enrique Carmelo Durán se desempeñaba como contador de una empresa dedicada a la construcción y era militante del Partido Comunista. Su detención se produjo el 26 de marzo de 1976 al llegar a su domicilio; allí encontró a sus familiares contra una pared y amenazados con ametralladoras por miembros del Ejército. Así y todo, el oficial que comandaba el operativo pidió hojas para elaborar un acta donde quedara constancia de que no hubo violencia alguna, así como la confiscación de libros ligados al marxismo-leninismo. A modo de anécdota relató que entre los libros “subversivos” que le fueron sustraídos (más de quinientos) estaban las obras completas de Sarmiento y de García Lorca; en cambio, descartaron intencionalmente la obra Así se templó el acero del revolucionario ruso Nikolai Ostrovski, que aborda los sacrificios que se debieron afrontar en la primera etapa de la construcción del estado socialista, por considerarla “un tratado de metalurgia”.
El testigo fue destinado al Liceo Militar General Espejo, centro clandestino de detención en cuyos calabozos estuvo secuestrado –según alcanzó a precisar- entre 35 o 40 días. Encapuchado y maniatado, recordó que para al ir baño era trasladado con un revólver en la sien, con la bala en boca, lo que le generaba gran inseguridad. “Fui torturado, se podría decir, benévolamente”, declaró Durán al referirse a su situación de detención.
Respecto a sus compañeros de cautiverio, recordó haber compartido celda el con “chupete” Manzano y reconoció los nombres de Rufino, Valderrama y otros sindicalistas. También afirmó haber visto a los hijos de Martínez Baca, Venier y Rafael Morán; entre otros. Finalmente, consultado sobre la ocasión de su libertad, Durán declaró que un Capitán le dijo: “Hemos llegado a la conclusión de que usted no es guerrillero, puede irse”; pero él consideró que su detención se debió a motivos ideológicos.
No tuvo conocimiento de que se hubiese abierto una causa judicial por su detención.

Escuchá la declaración de Carmelo Durán

 

Los Cinco Atómicos

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Declara Ricardo Aciar, uno de «los cinco atómicos»

Ricardo Aciar fue detenido en su lugar de trabajo, la Comisión Nacional de Energía Atómica –CONEA- el 9 de abril de 1976. Relató que ante el despido de un compañero y el apresamiento de otro, se encaminó a la Dirección de la empresa para pedir explicaciones. En el camino lo detuvieron dos o tres gendarmes, lo esposaron y se lo llevaron al Comando de la VIII Brigada. De allí pasó al Liceo Militar donde se encontró con cuatro compañeros de trabajo: Carlos Montserrat, Francisco Guasco, José Leoni y Antonio Esquivel. “Eso era una conejera, un gallinero”, amontonados junto a otros detenidos, en un barracón “los cinco atómicos” -como eran apodados- completaron su permanencia en el Liceo.
Ante su inexplicable secuestro, la única respuesta que obtuvieron del Oficial del Ejército a cargo de campo fue: “ustedes no son un problema nuestro, el marino de allá, los mandó para acá”. Se refería al Capitán de Fragata, Osvaldo Bosa, designado interventor de la CONEA después del Golpe, quien dio la orden de detenerlos. Posteriormente supo que había estado a disposición del PEN.
El testigo describió la estadía en el Liceo como de gran incertidumbre. Dijo no haber sido torturado; en cambio, aclaró que sus compañeros Leoni y Guasco fueron molidos.
En junio, Aciar, pasó a la Compañía de Comunicaciones de la VIII Brigada de Montaña. Allí la situación cambió para peor y fue interrogado más de una vez, siempre vendado, sobre la situación interna en la CONEA. En una de esas sesiones, tuvieron el descaro de calificar al asesinado Miguel Ángel Gil, compañero de trabajo de Aciar, como “un buen tipo”, que jugaba muy bien al futbol de Nº 9.
Preguntado por los militares que cumplían funciones en Comunicaciones, mencionó al teniente Migno y a Peralta y, además recordó al suboficial Robles y al teniente Largacha, a los que conoció cuando cumplía con el Servicio Militar.
Asimismo, ratificó las torturas en Comunicaciones, en particular a Víctor Morales de Luz y Fuerza, y rememoró que Elio Berdejo “los enfrentó, se lo llevaron y volvió estropeado”.
Al salir en libertad, relató Aciar, comenzó otra odisea “eras la lepra”, dijo. Intentó reincorporase a sus tareas en la CONEA pero fue echado. Como no conseguía trabajo “salí a vender bolsas…, huevos”, remató.
Cerró expresando que a muchos civiles “les molestaron nuestras ideas”. Destacó la importancia de los juicios porque, según él, se está rearmando la “historia de los argentinos”.

Escuchá el testimonio de Ricardo Aciar

Las audiencias continúan el lunes 25 de Agosto, con los testigos Guillermo De Paolis, Carlos Venier, Quiroga y Atienza.

 

 

Ver fotos AUDIENCIA 33 y 34

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El Colectivo Juicios Mendoza se conformó en 2010 por iniciativa de los Organismos de Derechos Humanos para la cobertura del primer juicio por delitos de lesa humanidad de la Ciudad de Mendoza. Desde ese momento, se dedicó ininterrumpidamente al seguimiento, registro y difusión de los sucesivos procesos judiciales por crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.