09-03-15 | En una breve sesión declaró, parcialmente, Francisco Amaya, por la causa que analiza su detención y tormentos. El tribunal dispuso pasar a cuarto intermedio, hasta mañana, para resolver un pedido de los abogados defensores de los imputados en el que pretenden impedir la intervención de los querellantes del MEDH y de la Secretaría de DD. HH. La falta de agua en el edificio contribuyó a la decisión de interrumpir la audiencia.
Francisco Audelino Amaya integra la causa en la que se investiga la actuación de los policías de la Comisaría Séptima, Antonio Garro y José Lorenzo, ambos acusados de privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos agravados y asociación ilícita, en perjuicio del propio Amaya, así como de Pablo Seydell y Luis Moretti.
El testigo era militante del PRT y fue aprehendido en la vía pública, el 15 de octubre de 1976. Tras un breve paso por la Policía Motorizada fue llevado a la Seccional 7ma. de Godoy Cruz. Allí, al día siguiente, lo tuvieron colgado en el patio, golpeado y sometido a simulacros de violación. Dos días después, padeció una sesión de tormentos físicos, que incluyó la picana. Compartió cautiverio con Moretti y Seydell y también con Roque Luna y Ramón Alberto Córdoba, quienes venían trasladados desde el D2.
Amaya ratificó que Garro y Lorenzo estuvieron encargados de buscar a los secuestrados en los calabozos, vendarlos y llevarlos a las sesiones de tormentos. Agregó que ambos conocían lo que sucedía en esa Seccional porque los gritos de los torturados se escuchaban a gran distancia, razón por la que era imposible ignorarlos, incluso, aunque pusieran la radio fuerte, mecanismo habitual en todos los centros clandestinos de detención. También mencionó a un policía de apellido Córdoba como integrante del equipo represivo de la 7ma.
El testigo señaló que permaneció allí entre el 15 y el 29 de octubre y luego fue trasladado a la Penitenciaría Provincial. En este punto de su declaración, el defensor de Garro, Carlos Reig y de Lorenzo, Omar Venier, hicieron intervenciones y preguntas sesgadas, pretendiendo desvincular a sus clientes de las torturas. A pesar de la insistencia, Amaya sostuvo que era imposible que quienes estaban en la Séptima desconocieran los hechos.
Renglón seguido, ante preguntas realizadas al testigo por los abogados del MEDH, Salinas y Beigel, los abogados particulares se opusieron, bajo el argumento de que los mencionados no son querellantes en esta causa. Al respecto, el presidente del TOF, Alejandro Piña, recordó que las partes convinieron priorizar lo abarcativo por tratarse de una mega causa en la que todos los involucrados pueden tener algún interés en preguntar de modo de facilitar tanto la intervención de la parte acusadora como de la defensa. En el mismo sentido, el fiscal Dante Vega, agregó que permitir la participación de los otros querellantes, facilita “la igualdad de armas”. No obstante, Reig y Venier mantuvieron sus posiciones y advirtieron que harían las apelaciones que consideraran pertinentes. Por ello el TOF se retiró a deliberar y este martes se sabrá si autorizan a las querellas a preguntar cuando continúe el testimonio de Amaya.
En la próxima audiencia, Francisco Amaya completará su declaración y están previstos los testimonios de Pablo Seydell y Luis Vázquez.
