Luis Passardi a la espera

AUDIENCIA 91 / LA INCÓMODA VERDAD

28-07-15 | En la fecha, dos breves relatos dieron cuenta del paso por el D2 de Luis Passardi y del asesinato de Manuel Oviedo. También se escuchó el testimonio de Humberto Zingaretti, quien declaró sobre el secuestro y desaparición de su hermana, Zulma Pura Zingaretti. A propósito de este último caso, el exjuez Romano y su defensor particular, Ariel Civit, se mostraron irritados por la documentación revelada por la parte acusadora.

Luis Passardi a la espera
Luis Passardi a la espera

Luis Passardi fue detenido, arbitrariamente, a fines del 76 y trasladado al D2 donde permaneció 3 días. Según recordó, allí fue indagado por un jefe bravucón que le solicitaba identificara a una persona entre las fotografías que le fueron exhibidas. Como Passardi no señalara a su excuñado Raúl Rizzi, que era preso político, decidió recluirlo en los calabozos.
El testigo relató que ese año de 1976 había ingresado a la UTN pero dejó en claro que él no tenía ningún tipo de actividad política y puntualizó que fue, nuevamente, preso durante un día y medio en el año 79 u 80.
A lo largo de su testimonio destacó que mientras duró su detención ilegal no fue maltratado, basándose, posiblemente, en el clima de vejámenes que pudo percibir en el D2 en 1976. A pesar de que insistió acerca de que él recibió un trato “normal”, admitió que las detenciones eran “a lo bestia”.

Sin explicación

Azucena del Valle Oviedo fue citada para testimoniar sobre el secuestro y asesinato de su hermano Manuel Oviedo, ambos oriundos de San Martín.
La mujer relató que el 12 de agosto de 1975, a pocos metros de la ruta 60, Manuel subió a un auto después de que alguien lo llamara desde el interior del vehículo y no se supo nada más de él. Durante meses lo buscaron y solicitaron el patrocino del abogado Eduardo de Oro para que interpusiera un Habeas Corpus a favor de su hermano. En mayo del 76 por vía informal dieron con sus restos. Su cadáver había sido hallado en el camino a Ñacuñán con un tiro en la nuca.
La testigo dijo que Manuel, en temporada, trabajaba en una frutihortícola pero aclaró que no tenía actividad política, ni sindical. Su familia poco sabía sobre sus amistades porque era reservado e insistió en que no le encontraba explicación a esa muerte.
También contó que años antes de su secuestro, había tenido un violento incidente con un jefe policial que se quiso “levantar” a su novia, que trabajaba en una whiskería.
A través de las preguntas realizadas por el fiscal Vega se pudo conocer que un familiar había recibido una llamada informando que Manuel se encontraba en la Delegación de la Policía Federal, sin embargo allí negaron haberlo detenido.
Al cierre del testimonio, el defensor de Miret, Juan Day, preguntó a la testigo si su hermano estaba vinculado a “los subversivos”, a “los extremistas”, en una lógica y lenguaje propio de viejas épocas, presumiblemente buscaba una explicación a tan cruel asesinato. La mujer insistió en la negativa.

Dolor interminable

Humberto Zingaretti
La declaración de Humberto Emilio Zingaretti

Luego de Azucena Oviedo, declaró Humberto Emilio Zingaretti, hermano de Zulma Pura Zingaretti, secuestrada y desaparecida el 21 de agosto de 1976 cuando tenía 27 años.
Humberto, quien para ese entonces no vivía en la casa materna, relató que su hermana no pertenecía a ningún grupo político, pero tenía gran sensibilidad social; ayudaba en las villas y se decía que colaboraba con el Padre Llorens. Además, trajo a la memoria la vez en que en su casa refugió a un matrimonio exiliado de Chile.
El 22 de agosto su tía Adelaida Calderón de Rodríguez, vecina a la casa que habitaba Zulma, le avisó a Humberto que varias personas enmascaradas empujaron el portón, entraron a la propiedad, maniataron a su madre y secuestraron a su hermana, además de llevarse unos documentos sucesorios del padre. Al saber esto, fueron a realizar la denuncia a la comisaría 27 de Villa Hipódromo, en la que no les notificaron sobre dónde podría estar ella.
En el estado de desesperación, su madre recurrió a distintas personas que la iban llevando a otras. Así llegó a monseñor Rafael Rey quién le recomendó que fuera a hablar con Gómez Saá, hombre de Inteligencia del Ejército. Durante un año, todos los jueves, ella concurrió al Comando de la VIII Brigada pero este personaje sólo le comunicaba que la estaban “reeducando”. Nunca le dio información sobre el paradero de Zulma. También, el testigo relató que un vendedor ambulante de miel, conocido de la familia, le dijo a la madre que había visto a Zulma en el Hospital Militar con un pañuelo rojo en el cuello.
Cabe destacar que la Sra. de Zingaretti, junto a otros familiares, reclamó por la vida de su hija activamente. Así, en plena Dictadura, se publicó una solicitada en el diario La Prensa de Buenos Aires pidiendo por los ciudadanos desaparecidos en la que está registrado el nombre de Zulma. Su hermano exhibió al Tribunal el diario del 17 de mayo de 1978 que registra la demanda.
Aquella patraña de Gómez Saa demoró las gestiones ante la justicia federal. La familia presentó cinco Habeas Corpus, en distintos momentos, que obran en el expediente. Humberto tenía conocimiento sólo de la respuesta del juez Guzzo, rechazando uno de ellos, con costas.
El abogado querellante, Pablo Salinas, le acercó el expediente a Zingaretti para que revisara lo tramitado por su hermana. También puso de relieve que el exjuez Romano sobreseyó la causa sobre su desaparición. Su defensor, Civit, saltó objetando la iniciativa y pidió que Salinas se remitiera a preguntar, impidiendo que el testigo recorriera la documentación que obra en el juzgado. A fin de no obstaculizar, el querellante se allanó al pedido, pero recordó que los juicios de lesa humanidad, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, no sólo tienen por objetivo sancionar los crímenes, sino que buscan develar la verdad.
Asimismo, en un tramo del testimonio, desde el fondo de la línea de imputados, se escucharon los reclamos a viva voz de Otilio Romano, visiblemente molesto por el señalamiento del querellante Pablo Salinas. Tanto éste exjuez como su defensor particular, Ariel civit, se molestan cada vez que aparece una evidencia.
Ya finalizado el testimonio, el fiscal Vega le preguntó al testigo qué hipótesis tenía en relación a la desaparición de su hermana. Al respecto contestó que él creía que ella estaba involucrada afectivamente con alguien que militaba y se había ido a buscarlo a Tucumán, en medio del Operativo Independencia. Agregó que nunca tuvieron noticias certeras sobre Zulma.
En el cierre, destinado a la intervención de los defensores, Ariel Civit volvió a la carga, pidiendo detalles sobre una gestión judicial que Humberto Zingaretti ya había dicho que desconocía. El Presidente del Tribunal le señaló el despropósito. Civit se abocó a revisar los papeles pero quedó sin preguntas.
Las audiencias se retoman el lunes 3 y martes 4 de agosto, desde las 9.30 hs. Se espera que declaren Patricia Talquenca, Cora Cejas, Mercedes Berdejo y un par de personas más. Luego se iniciarían los testimonios ofrecidos por la defensa.

Ver fotos AUDIENCIAS 90 y 91

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

El Colectivo Juicios Mendoza se conformó en 2010 por iniciativa de los Organismos de Derechos Humanos para la cobertura del primer juicio por delitos de lesa humanidad de la Ciudad de Mendoza. Desde ese momento, se dedicó ininterrumpidamente al seguimiento, registro y difusión de los sucesivos procesos judiciales por crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.