AUDIENCIA 25 / FINALIZÓ LA EXTENSA DECLARACIÓN DE RIZO AVELLANEDA

27-04-22 | En la fecha, el exjefe de Inteligencia de San Rafael dio por terminada su larga declaración. Durante tres audiencias consecutivas intentó desvincularse de la acusación por la detención y torturas de tres empleados de Carbometal. La próxima audiencia será el 4 de mayo a las 8:30.

El TOF 2, hoy presidido por la jueza Gretel Diamante, escuchó a lo largo de tres jornadas la declaración, monocorde e insistente, del imputado Luis Rizo Avellaneda, quien niega su participación en los interrogatorios bajo torturas que se le atribuyen.

Al iniciar la sesión, la jueza le pidió a Rizo que no repitiera los conceptos ya dichos. Sin embargo, el militar reiteró prácticamente los mismos argumentos que utilizara durante las dos audiencias anteriores buscando desmentir el testimonio de Delfo Rodríguez. Esta víctima lo sindica de ser su interrogador.

Cabe recordar que Luis Rizo Avellaneda era, entre 1976 y 1977, el jefe de Sección de Inteligencia 144 del Ejército, con sede en San Rafael, y está acusado de torturar a Delfo Rodríguez, ya fallecido, a Antonio de la Barba y a Carlos Arrigosi, todos empleados de Carbometal.

En su exposición sostuvo que él y su gente no participaron de los operativos de lucha contra la subversión y aseguró que la Sección de Inteligencia de San Rafael, durante los dos años de su jefatura, se abocó exclusivamente a la inteligencia exterior ante el inminente conflicto con Chile.

Ha reiterado insistentemente que Rodríguez lo confundió con otra persona y, en la declaración de hoy, comenzó ofreciendo una suerte de autorretrato, una descripción minuciosa de sí mismo que incluyó la medida de la coronilla de su cabeza. Según sostuvo, esto se contradice con lo dicho por el testigo, quien realizó un somero relato de lo percibido en aquel momento traumático de su detención.

Rizo dijo nuevamente que no ordenó ni participó de la detención: “Se trata de un error”, repitió.  De acuerdo a su versión, seguramente otra persona fue comisionada por esa tarea, ya que la orden provino directamente de Mendoza y del general Maradona. Insistió, además, en la “claras inconsistencias” de las declaraciones de Rodríguez. Sus yerros remitieron a las características físicas y faciales que, para el militar, no resultan coincidentes.

Asimismo, Rizo desmintió que se hubiesen cruzado en la calle, tal como declaró la víctima. Recordó que Rodríguez permaneció detenido un corto período e incluso se reintegró a su trabajo en Carbometal, pero fue despedido en febrero del 78 y migró a la ciudad de Mendoza. El militar sumó a la presunta inconsistencia de la acusación una minimización de los daños sufridos por los detenidos. Según Rizo, el testigo-víctima declaró que fue amedrentado pero no golpeado, se lo vio distendido y de buen humor, “tomando mate” en la cocina de la Seccional 32 al día siguiente del interrogatorio. Descartó que haya sufrido secuelas psicológicas.

Una vez más, en el intento de distanciarse de los hechos típicos del terrorismo de Estado, trajo a colación la causa por la detención de cinco miembros del Partido Comunistas en la que intervino para que no fueran sometidos por militares fuera de San Rafael y se ocupó de dejarlos bajo la jurisdicción de un juez federal. Aprovechó para declararse contrario a la persecución política.

Casi al finalizar hizo mención a los lazos de amistad que cultivó con personas del lugar cuyos nombres puso a disposición del tribunal para demostrar que no actuaba de manera solapada, pero, según entiende, esto no fue valorado. Dijo seguir asombrado por la acusación que pesa sobre él y se declaró inocente. Además, solicitó de forma reiterada ser juzgado bajo el criterio in dubio pro reo. Este principio indica que, de existir dudas, los fallos deben dictarse en favor de la persona acusada.

La próxima audiencia será el 4 de mayo a las 8:30, una hora antes de lo acostumbrado.

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El Colectivo Juicios Mendoza se conformó en 2010 por iniciativa de los Organismos de Derechos Humanos para la cobertura del primer juicio por delitos de lesa humanidad de la Ciudad de Mendoza. Desde ese momento, se dedicó ininterrumpidamente al seguimiento, registro y difusión de los sucesivos procesos judiciales por crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.