28-07-21 | Tras la feria judicial declararon María Clemira Poggio, Estela Haydeé Flores y Roberto Rolando Flores. La primera era vecina de Héctor Rosendo Chávez. La segunda, así como su hermano Roberto, era miembro de una familia que sufrió persecución por su militancia política filoperonista. Este último testigo señaló al cura Reverberi entre los represores. La próxima audiencia será el miércoles 11 de agosto a las 9:30.
En una nueva audiencia del juicio de lesa humanidad que se lleva adelante en San Rafael —el 11.° de Mendoza—, declararon María Clemira Poggio, Estela Haydeé Flores y Roberto Rolando Flores. Poggio era vecina de Héctor Rosendo Chávez, detenido en Alvear, mientras que Roberto Flores era en esos años militante de la Juventud Peronista (JP) y fue detenido en su casa en San Rafael al igual que varios miembros de su familia. Su hermana Estela, en tanto, hizo una breve declaración. Ambas personas se refirieron a la presencia del Ejército como protagonista de los operativos de detención de militantes.
El abogado Héctor Rosendo Chávez volvía de San Rafael cuando encontró su casa rodeada por un gran operativo policial. Todo el procedimiento fue presenciado por su vecina María Clemira: “Había dentro del despacho del doctor una persona que tenía la boina roja y otra persona más, armada, no recuerdo su rostro. Nos hicieron que miráramos hacia el frente”. La testigo refirió que en el operativo “había una camioneta oscura, verde, y la carrocería estaba cubierta por una lona. Hacia la calle Emilio Civit, pasando Paso de Los Andes, había un vehículo oscuro”.
Estela Haydeé Flores dijo no conocer a ninguno de los acusados en este juicio y testimonió sobre sus hermanos Orlando y Roberto. Aclaró que no presenció sus detenciones, ya que vivía en Pueblo Diamante. “Solo recuerdo que se los llevaron, eso es todo”, sostuvo.
Roberto Flores evocó a los desaparecidos Montenegro y Órdenes
A su turno declaró Roberto Rolando Flores. Cuando le leyeron la lista de acusados aseguró conocer a la mayoría. El testigo estuvo preso desde abril hasta octubre del 76 y fue liberado en la bodega Garbín junto a Hugo Riera.
Refirió que su hermano y su padre, Orlando y Pedro Flores, respectivamente, fueron detenidos en febrero de 1976. También detuvieron a su madre —Isabel Catodio—, su hermana —Estela— y sus tres hijos —Pedro, Noelia y Alexis—.
La familia Flores, señaló el testigo, fue trasladada a Infantería. Allí compartieron celda con Nilo Torrejón, los hermanos Berón, Roberto Rosales, “Coco” Rosales, Vitalio Acuña, “un amigo boliviano que vivía con nosotros”. “Los conocía de toda la vida. Nos criamos juntos y militábamos en la JP, toda la vida fuimos peronistas y lo seguimos siendo”, recalcó Rosales.
Poco después, en abril, lo apresaron a él. “Cuando me detuvieron tomé conocimiento de que a mi hermano lo habían trasladado y torturado en Infantería, luego lo habían llevado a Mendoza y a La Plata, y de ahí perdí contacto con él porque estuve escondido”. De Infantería, la familia fue llevada a Tribunales, donde vieron a Hugo Riera, Sergio Chaki, Luis Barahona, Hugo Magallanes, Humberto Roca, Mario Bracamonte, Alfredo Porras, Roberto López, Hugo Quinteros, Hugo Montenegro —“que era un compañero de Alvear, y otro hombre de apellido Montenegro del Sindicato de la Alimentación”, refirió— y Juan Carlos Castro.
“Montenegro venía muy maltratado, muy golpeado, con ropa muy precaria para la época, era dibujante, pintor, hacía muchos dibujos. A Montenegro lo habíamos sentido nombrar por la familia Balbuena que tiene un hijo muerto en La Plata, Daniel, (…) Era muy amigo de la familia Balbuena”. Señaló el testigo que, junto con Roberto Rosales y Bracamonte, ayudaron a Montenegro “a sobreponerse. Estaba muy maltratado y sin ganas de vivir, no tenía familiares que le llevaran comida así que la comida que nos llevaban la compartíamos”.
Subrayó que quienes llevaban a cabo las detenciones eran fuerzas conjuntas —militares y de la Policía de Mendoza— y que a su familia le robaron “muchas cosas de valor”: además de vaciarles la heladera, “les robaron aros, anillos, cuestiones de valor”. También dinero de su padre, que tenía una discapacidad, precisó.
“En la Departamental recibimos el trato de cualquier preso político, fui torturado físicamente y psicológicamente. Nos torturaban en una oficina de Bomberos, nos golpeaban a todos juntos, llegaba la patota, llegaban curados, Labarta, Daniel López, Mussere… En las torturas masivas que hacían se filtraba el cura Franco Reverberi con una pistola en la cintura porque era parte de ellos. El cura Cresciteli era de la Policía, no del Ejército, pero Reverberi andaba con el Ejército. Lo acompañaba siempre Aldo Sarmiento que era de Infantería de Montaña en Uspallata. Eran muy amigos”.
Flores también declaró haber conocido a Félix Órdenes Velázquez —el joven soldado cuya desaparición se investiga en este juicio— en el servicio militar. “Habíamos compartido el mismo día de revisación médica un año y medio atrás y lo conocía de jugar al fútbol en la calle Telles Meneses, nos conocíamos de toda la vida”, señaló el testigo. “En política participaban su hermana Rosa y su cuñado. Su madre también, pero muy poco, solo en actos de la JP, o fechas en las que se reivindicaba a Perón o Evita. Me enteré con el tiempo de que habían detenido a su mamá, a su hermana y a Luis. A su madre la detienen con una prima mía que era Nilda Britos”, concluyó.
La próxima audiencia será el miércoles 11 de agosto a las 9:30.