22-11-2019| Como paso previo al inicio de las testimoniales, el tribunal consultó a los imputados restantes si deseaban hacer uso de la palabra para ampliar sus declaraciones. A su vez, se leyeron las últimas indagatorias y se indicó la fecha de la próxima audiencia. El 6 de diciembre, a las 9:30 en punto, darán testimonio las hijas de Sara Palacio y Marcelo Verd, matrimonio detenido-desaparecido en San Juan durante la dictadura de Lanusse, en 1971. La fiscalía aclaró que, en su mayoría, las y los testigos solicitados en este juicio declararán por primera vez.
Por videoconferencia y desde distintos puntos del país, Jorge Alberto López, Edmundo Calderón y Juan Carlos Luis -al igual que sus pares en las audiencias anteriores- decidieron abstenerse de declarar. Al finalizar la breve audiencia, el tribunal y las partes se trasladaron al domicilio de José Antonio Escobar con el mismo objetivo. Resta oír a Juan Carlos Santa María, detenido en el penal de Ezeiza, por problemas técnicos con los equipos.
Por último, se leyeron las declaraciones indagatorias de los acusados Zalazar, López y Luis. El presidente del tribunal solicitó incorporar la indagatoria de Armando Fernández con motivo de su procesamiento en el primer juicio de la Ciudad de Mendoza.
Hugo Luis Zalazar, quien llegó a ser encargado del Destacamento de Inteligencia 144 (DI 144), sostuvo que se ocupaba del mobiliario de la unidad, emplazada en la calle Emilio Civit, y que nunca vio personas detenidas. Según el imputado, fuera del horario de trabajo regular quedaba una guardia a cargo de un suboficial o un empleado civil. Aseguró desconocer si luego de su jornada laboral entraba personal militar o no militar.
Juan Carlos Luis declaró en 2013 y señaló que se desempeñaba en el mencionado DI 144 como suboficial redactor. Conforme a la “Doctrina de Inteligencia”, realizaba informes geográficos, detección de “asentamientos de extranjeros” y reconocimiento del terreno (puentes, túneles), debido a una hipótesis de conflicto con Chile. Las actividades estaban compartimentadas por sección. La segunda sección se encargaba del “marco externo”, es decir, lo relativo al país limítrofe.
También aclaró que trabajaba hasta el mediodía y que desconocía la existencia de Personal Civil de Inteligencia (PCI). Confirmó su asistencia a un curso de inteligencia en Buenos Aires que duró dos años: allí aprendían, entre otros, “combate”, “orden de batalla” y “taquigrafía”, todo referido a un potencial enemigo extranjero.
Jorge Alberto López declaró dos veces. En 2015, se explayó sobre su rol en la Fuerza Aérea. Luego de realizar cursos de aviación, en 1976 llegó a la IV Brigada Aérea. Concretado el golpe, en marzo de ese año muchos debieron prestar funciones extrainstitucionales en el gobierno -en reparticiones como Bienestar Social-. Por esta carencia de personal, le habría tocado ocupar un lugar en la División II, encargada de la inteligencia. Según el imputado, su tarea consistía en registrar a toda persona ajena o proveedor que ingresara a la Brigada -aunque el control efectivo lo hacía la guardia-. También se encargaba del adiestramiento del Escuadrón I y II, pero su actividad primaria habría sido el vuelo. No quiso responder sobre su horario de trabajo.
Aseguró que nunca vio personas detenidas en los calabozos, ubicados en la zona de la guardia. Tampoco conoció personalmente el campo Las Lajas, sino desde el aire. Declaró que allí solo se realizaban instrucciones de tiro con municiones de ejercicio, una o dos veces al año. La instrucción con munición de guerra se hacía en Mar del Plata.
La próxima audiencia será el viernes 6 de diciembre a las 9:30 (puntual).