05-06-2020| En una nueva audiencia mixta -presencial y virtual-, continuó la lectura de la acusación contra Navarro Moyano del Destacamento de Inteligencia 144 (DI 144). Se analizaron declaraciones sobre el rol de esta dependencia del Ejército y se presentó su estructura para señalar los cargos que ocupó el imputado. Volvieron a repasarse los hechos del operativo de mayo de 1976 contra el PRT-ERP que acreditan la intervención necesaria de las áreas de inteligencia.
El noveno juicio avanza con la misma modalidad de la audiencia anterior: concurrencia mínima en la sala y demás participantes a través de un sistema virtual cerrado de la justicia federal. No se ha resuelto aún la transmisión de los encuentros. Precisamente, la querella de los Organismos de Derechos Humanos presentó hoy una nota donde solicitó que se habilitara una plataforma que permita una conexión estable y el acceso del público.
Más pruebas sobre las actividades del DI 144
El pedido de juicio para Navarro Moyano continuó con una serie de declaraciones de miembros del aparato represivo sobre la tarea de inteligencia y el funcionamiento del DI 144:
A nivel nacional, José Luis D’Andrea Mohr -militar retirado en 1976- confirmó que el Ejército era la fuerza con responsabilidad primaria en la lucha contra la subversión: la Jefatura II centralizaba la información y el Batallón de Inteligencia 601 era su órgano ejecutivo. En 1984, Néstor Norberto Cendón -integrante del Batallón 601- declaró frente a la CONADEP la existencia de grupos de tareas que operaban desde antes del golpe de Estado y luego fueron oficializados. Además, explicó que el Batallón 601 recababa datos a través de la Comunidad Informativa y luego la derivaba al los grupos operativos más convenientes. También indicó que la Central de Reunión de Inteligencia de cada zona –presente en el organigrama del DI 144- era responsable de los interrogatorios bajo tortura.
En el plano local, Armando Osvaldo Fernández –exagente del D2 con múltiples condenas e imputado nuevamente en este juicio- afirmó que el DI 144 tenía su sede en Emilio Civit, que era la dependencia responsable de inteligencia y contrainteligencia antisubversiva y que tenía a su cargo los interrogatorios. Además, señaló la existencia de Personal Civil de Inteligencia con nombres cambiados.
Orlando Oscar Dopazo -exjefe de la División Inteligencia G2 de la VIII Brigada de Infantería de Montaña- distinguió entre su división, que hacía inteligencia militar, y el DI 144, encargado de la inteligencia civil. Pedro Dante Sánchez Camargo –exjefe del D2- también aseguró que personal de civil del DI 144 participaba de los interrogatorios y reconoció los distintos emplazamientos que tuvo.
Julio César Santuccione -quien fue jefe de la Policía- dio detalles de la actuación de la Comunidad Informativa y el Centro de Operaciones Táctico (COT). Por último, la investigación sobre Segundo Héctor Carabajal –miembro del DI 144 condenado por la apropiación ilegal de Claudia Domínguez Castro- aportó información acerca del Personal Civil de Inteligencia (PCI).
A su vez, víctimas y familiares -María Elena Castro Nardi, Elvira Nievas Rodríguez y Rafael Antonio Moral- declararon sobre la ubicación del Destacamento y el nombre de algunas de sus autoridades.
El lugar de Navarro Moyano en el Destacamento 144
Al comienzo de este juicio la fiscalía reconstruyó el organigrama del DI 144 para ubicar a los demás imputados de esta dependencia (ver crónica 10). Respecto de Omar Navarro Moyano, se pudo determinar que en 1972 fue designado jefe de Grupo Actividades Especiales de Inteligencia con el grado de teniente primero. En 1974 se desempeñó como jefe del Grupo Contrainteligencia. Al año siguiente fue nombrado jefe de la Primera Sección de Ejecución -junto a Héctor Raúl Tarradellas- y ascendió a capitán. Desde el 03/03/76 al 22/12/76 ocupó el cargo de jefe de la Segunda Sección y Ejecución, oficial Log. y jefe Sec. Apoyo. Su legajo indica que continuó revistando en el Destacamento hasta enero de 1977, momento en el que fue trasladado al Batallón 601, central de inteligencia a nivel nacional con sede en Buenos Aires.
La responsabilidad penal que se le adjudica a Navarro está determinada, precisamente, por su pertenencia a este aparato organizado de poder estatal en el momento en que se produjeron los delitos contemplados en los dos grandes operativos de 1976 mencionados en instancias anteriores: “mayo del 76” y “antijesuita”.
Los hechos: el operativo de mayo de 1976
Comenzaron a leerse los hechos que se le imputan a Navarro. En primer lugar, los delitos cometidos contra militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores–Ejército del Pueblo (PRT-ERP) entre mayo y junio del 76, uno de los grandes procedimientos conjuntos analizados en detalle durante este debate al abordar las causas de la Fuerza Aérea.
En el transcurso de seis días se detuvo a veintiún personas, nueve de las cuales permanecen desparecidas. Todos los secuestros tuvieron un modus operandi similar (irrupciones violentas, generalmente nocturnas, de personal de civil), hecho que deja en evidencia el claro conocimiento previo que los ejecutores tenían sobre las víctimas y sus actividades. Además, está acreditado que fueron sometidas a interrogatorios bajo tortura.
Sumado al accionar coordinado de distintas fuerzas, existió una intensa labor de todas las Inteligencias comandadas por el Destacamento 144 y conjugadas en la Comunidad Informativa. Las circunstancias que rodearon a los secuestros así lo confirman: recolección de información, seguimientos, conocimiento de movimientos de las víctimas, detenciones, preguntas en los interrogatorios bajo tortura.
La lectura siguió con la descripción de los distintos secuestros enmarcados en dicho megaoperativo. Durante esta jornada llegaron a reconstruirse los casos de Víctor Sabatini, Lucía Nélida Allegrini, Daniel Moyano, Virginia Suárez, Liliana Tognetti, Silvia Schwartzman y Graciela Leda, que pueden consultarse en crónicas anteriores.
La próxima audiencia -sin fecha confirmada- continuará con los demás hechos de este operativo.
