24-07-2020 | Continuaron los testimonios referidos al Operativo Antijesuita con Delia Nora Mazzolo, compañera de María Leonor Mércuri, desaparecida el 9 de septiembre de 1976. La fiscalía solicitó añadir nuevas declaraciones testimoniales al juicio. La próxima audiencia se realizará el 7 de agosto.
Desaparición de María Leonor Mércuri
Luego de la declaración de María Teresa Muñoz en la audiencia 26, continuó la reconstrucción del secuestro y desaparición de María Leonor Mércuri con el testimonio de Delia Nora Mazzolo, que también fue compañera de Mércuri en la Escuela de Servicio Social.
Nora recordó que Leonor era oriunda de Buenos Aires y que en 1975 viajó a Mendoza para estudiar Servicio Social porque el programa de estudios de aquí era de los más avanzados del país. María Leonor Mércuri vivió en diferentes lugares de Mendoza, alquilando habitaciones. Cuando llegó de Capital Federal vivió un tiempo en el barrio Santa Ana, donde compartió alojamiento con María Inés Correa Llano. Más tarde en un departamento de la Quinta Sección. Luego se quedó cinco meses en la casa de Mazzolo y, finalmente, alquiló una habitación en el barrio Cementista.
La testigo recordó que Mércuri trabajaba en el Banco Nacional de Desarrollo que estaba en la calle Necochea y España. Además, afirmó que Leonor militaba en el Partido Revolucionario de Trabajadores (PRT) e integraba el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Mazzolo comentó que la carrera no tenía edificio propio y que las clases habían sido interrumpidas con el golpe de Estado: la carrera se cerró, al igual que varias que dependían de la Dirección General de Escuelas (DGE). Despidieron docentes y en agosto reabrieron con nuevo plantel y otro plan de estudios, además de un examen nivelador.
Relató que eran seis amigas y compañeras de facultad y que, luego del cierre de la carrera, comenzaron a realizar apoyo escolar y también actividades recreativas en el barrio San Martín, donde asistían al menos dos veces por semana. Utilizaban el salón de una cooperativa de la comunidad. El grupo estaba conformado por Teresa Muñoz, Sonia Dietrich, Susana Negrette, Alicia Lorenzo, Leonor Mércuri y la declarante.
“La noche del 9 septiembre, salimos a las nueve de la noche, íbamos caminando por la Alameda para la parada (…) ese día me dijo que estaba preocupada porque le pareció que la estaban siguiendo los servicios de inteligencia y yo le ofrecí mi casa para ir a dormir, pero no quiso ponerme en peligro”, expresó Mazzolo.
Esa noche, Delia subió al colectivo para dirigirse a su casa. No recordó si además de Mércuri quedaba alguien en la parada. Sin embargo, declaró que la madre de Leonor -Dolores Monzó- le informó años más tarde que, cuando se produjo la apertura democrática, en la CONADEP una mujer escuchó el relato de la señora Mércuri y le comentó que ella vivía en la Sexta Sección (frente del barrio Cementista donde vivía Leonor) y que había circulado el rumor de que una joven había bajado del micro de la línea noventa, había cruzado el zanjón y cuatro personas vestidas de militares que la esperaban del otro lado en un auto la habían secuestrado.
Nora vio a su amiga María Leonor Mércuri por última vez la noche del 9 en la parada. Al día siguiente, sábado, Leonor no fue a las actividades sociales que realizaban en la parroquia y la ausencia de la joven hizo que sus amigas iniciaran la búsqueda. Mazzolo fue a su domicilio, pero nadie atendió. Relató que se asomó a la ventana de la habitación de Mércuri y todo se veía ordenado. Entonces se les ocurrió hablar con el cura Jorge Contreras, que había sido profesor de la carrera, y el sacerdote les aconsejó avisar inmediatamente a la familia, debido a que eran quienes podían iniciar trámites de averiguación.
La familia vivía en Buenos Aires, pero la madre y el hermano de Mércuri, Leopoldo, llegaron a Mendoza al día siguiente del aviso telefónico de Mazzolo y las demás amigas. Como la familia sabía que Nora era cercana, fueron directamente a su domicilio. La señora Mércuri le preguntó si su hija “estaba en algo”, a lo que Delia respondió afirmativamente debido a la militancia de la joven. Los padres de Mazzolo tenían mucho miedo, por lo que le prohibieron a Nora estar cerca de la familia de Mércuri.
La información que recabaron
“Macuca” Llorens era el referente de las diversas actividades sociales que se realizaban en el barrio San Martín. Con la desaparición de María Leonor Mércuri, el sacerdote les aconsejó a las compañeras no asistir más para no poner en riesgo sus vidas. Sin embargo, Mazzolo, Muñoz y Negrette continuaron reuniéndose con Llorens en la parroquia de los jesuitas para saber si averiguaba algo acerca de Leonor. “Sabía que una parte de la iglesia había apoyado el golpe y que a través de la iglesia podíamos saber de ella”, explicó la testigo.
Mazzolo expresó entre lágrimas que una de esas veces en las que se encontraron con Llorens, el cura les dijo que dejaran de buscar a Leonor porque la habían puesto a ella y a otras personas en un tacho de doscientos litros con cemento para arrojarla luego al dique de El Carrizal. No contó Llorens cómo se enteró del destino de Mércuri y ellas no preguntaron. “Sí sabíamos que había otros sacerdotes que iban al D2, donde estaban los detenidos, y llamaban a que delataran compañeros para que los dejaran de torturar”, agregó.
Nora afirmó que una tarde conoció a María Inés Correa Llano debido a su convivencia con Mércuri. Al tiempo se enteró de que Inés trabaja en el hospital Central, pero además prestaba servicios de salud a algunos militantes y esta actividad había sido descubierta -encontraron en la basura inyecciones, vendas y gasas con sangre-, por eso la secuestraron junto a su pareja, Carlos Jakowczyk.
Cuando le preguntaron por la pertenencia política de las demás compañeras de Leonor, Nora explicó: “El resto del grupo no militaba en una organización, pero compartimos los ideales de la época. Un país con justicia social, independencia económica y soberanía política. Todas los compartíamos”.
A partir de las declaraciones de Ernesto Espeche y de Nora Mazzolo, la fiscalía pidió los testimonios de María Elina Vega, hermana de Mercedes Vega de Espeche; Susana Negrette, amiga de Mércuri, y Leopoldo, Margarita y María del Carmen Mércuri.
La próxima audiencia se realizará el 7 de agosto.
