13-11-2020| Declaró desde España Silvia Beliveau, prima de Edmundo Samuel Beliveau. Ella presentó ante la CONADEP la denuncia por la desaparición del joven en 1976. No pudo contactarse al segundo testigo de la jornada y se postergó para la próxima audiencia, el 27 de noviembre a las 9.30.
Silvia era prima de Edmundo por parte de su padre. Su familia se fue de Mendoza cuando ella era pequeña y retomó contacto con Edmundo cuando tenía 24 y él 15. Explicó que el joven andaba mal en la escuela y viajó a Buenos Aires a hacer estudios técnicos en el Colegio Otto Krause. Vivió entonces en la casa familiar de su tío: “Yo era estudiante, con mi novio empezamos a hablar de política, estábamos en la universidad. Él escuchaba”, recordó. Cree que fue a un campamento estudiantil durante ese tiempo. No volvió al año siguiente, tal vez porque prefirió quedarse en Mendoza o porque así lo decidió su familia.
Según la testigo, en Mendoza Edmundo se había criado con su tía Estela, ya que su madre había fallecido cuando era pequeño. Mencionó a sus primos Francisco, Alberto y a su prima Adriana, de apellido Muñiz, con quienes vivía.
Silvia y su esposo se exiliaron en España en 1976 luego de varios episodios de persecución. Supo del secuestro de Edmundo mucho tiempo después por alguien de la familia: “Fue una tremenda sorpresa enterarme de que Edmundo tuviera actividad política”. Decidió entonces hacer la denuncia ante la CONADEP “para que no quedara en la nada”. No se había hecho el trámite. En la denuncia presentada se mencionaba que Edmundo pegaba carteles con otros dos compañeros cuando fue detenido. “Aparentemente se han mezclado dos hechos, pegar carteles fue una detención anterior de él”, explicó.
Relató que su tía Estela la visitó en España. Fue la única vez que hablaron de la desaparición del joven. “Edmundo la llamó un día y le dijo que esa noche no lo esperara”, refirió. Silvia recuerda que justificó no haber tenido una actitud más activa en la búsqueda de Edmundo.
En un momento de su declaración, mencionó haber leído sobre el caso. El defensor oficial, Leonardo Pérez Videla, quiso forzar sus palabras y sugirió que había “recibido” información. No es la primera vez que el defensor insinúa que a los y las testigos les llega material. El fiscal Rodríguez Infante recordó una vez más que el juicio es oral y público y que existen registros de las audiencias, como la presente crónica. La testigo aclaró la situación: buscó en internet el nombre de Edmundo, había dos o tres artículos. De todas formas, lo declarado tuvo estrecha relación con los hechos vividos por ella en relación a su primo.
La próxima audiencia será el 27 de noviembre a las 9:30.