AUDIENCIA 54 / IMPORTANTE TESTIMONIO DE SOBREVIVIENTE DE LAS LAJAS

20-08-2021 | Roberto Muñoz fue llamado a declarar por su secuestro en el campo de tiro Las Lajas en 1976. El testigo reconoció el lugar porque había realizado allí su instrucción militar como conscripto de la Fuerza Aérea. Fue torturado y recibió un disparo que comprometió su pulmón. Sobrevivió gracias a un arriero que lo trasladó hasta un hospital. La próxima audiencia será el viernes 3 de septiembre a las 9:30.

Muñoz había declarado previamente, en instrucción por su detención en el Liceo Militar General Espejo (LMGE) en marzo o abril de 1976. En este juicio fue convocado porque permaneció secuestrado en Campo Las Lajas, centro clandestino de detención (CCD) de la Fuerza Aérea, aunque los hechos que sufrió no son objeto de investigación de este proceso. Los abogados defensores de los miembros de la Aeronáutica sometieron al testigo a un irrespetuoso interrogatorio.

El revelador caso de Roberto Muñoz

Su secuestro se produjo en San Martín, junto a otros compañeros. El procedimiento estuvo a cargo del sargento Fotti del Ejército, “porque el intendente de aquel momento fue el que organizó el operativo”, sostuvo.

Entre varios compañeros y compañeras de la Juventud Peronista (JP) daban clases de apoyo en un comedor infantil ubicado en villa La Horqueta de este departamento. Muñoz explicó que al producirse el golpe gran cantidad de personas afiliadas al Partido Justicialista, cuyos nombres figuraban en el padrón, sufrieron persecución. 

El testigo y sus compañeros fueron trasladados al LMGE con capucha. Estuvieron en el playón, donde recibieron golpes. En un momento determinado a Muñoz le pegaron un “culatazo” que provocó que se cayera la capucha unos minutos. No pudo precisar cuánto tiempo permaneció en este CCD, pero aseguró haber sido fuertemente torturado.

Posteriormente lo condujeron “a un lugar alejado, por el ruido de las piedras”. Aunque estuvo con venda la mayor parte del tiempo, reconoció que se trataba de Las Lajas porque allí había hecho su instrucción como conscripto de la Fuerza Aérea de Mendoza a principios de la década del 70. Además, escuchó que decían “hemos llegado a un campo que los va a hacer muy felices”.

En este campo fue “estaqueado”, lo colgaron de un espinillo con alambre de púa por las muñecas, en forma de cruz —aseguró tener cicatrices—. Allí sufrió torturas y simulacros de fusilamiento. Le preguntaban por sus compañeros y compañeras: Marta Saroff, Sarmiento, Alfredo Lerouc, Roque Moyano, “unos cuantos compañeros desaparecidos”.  El hombre refirió que se escuchaban otras personas, hombres y mujeres, siendo torturadas. También detonaciones, máquinas, helicópteros y animales.

Permaneció colgado algunos días hasta que le dispararon en el pecho, del lado izquierdo. Por la herida perdió la pleura y parte del pulmón. En ese estado se le cayó la venda y supo que estaba en Las Lajas. Muñoz mencionó un puesto y un arroyo con poco caudal. Para facilitar la descripción, a pedido del fiscal el testigo realizó un croquis donde marcó la montaña, los puntos cardinales, el espinillo, el arroyo y el tiempo estimado para llegar de un lugar a otro. El tribunal compartió el documento con todas las partes.

Croquis de Las Lajas realizado por Muñoz en la audiencia.

Respecto de la ubicación del campo, explicó que vio por televisión imágenes de un reconocimiento que se hizo en Las Lajas durante una investigación. Según Muñoz, la zona mostrada no era la correcta, ya que él había estado secuestrado hacia el sur de la tranquera, cerca del arroyo.

“Cuando usted está tapado, usted pierde la noción del tiempo”, respondió a la pregunta del fiscal sobre su permanencia en el CCD. Seguía colgado y herido cuando lo encontró un arriero, quien cortó los alambres y lo acercó a un hospital. Nunca supo su nombre, Muñoz no preguntó y el hombre tampoco lo dijo: “Tendría miedo”, aventuró.

Tribunal

Cuando concluyeron las preguntas del Ministerio Público Fiscal y las querellas, los abogados defensores de Santa María y López —imputados pertenecientes a la Aeronáutica— desarrollaron un violento interrogatorio que incluyó constantes juicios sobre las palabras del testigo. Carlos Benavídez pidió precisiones sobre las fechas del servicio militar, pero el hombre no pudo determinar el momento exacto. Solo recordó que la baja se extendió por la elección de Cámpora. El abogado también dudó de la capacidad del testigo para reconocer el ruido de un helicóptero y preguntó por las actividades que realizó en Las Lajas durante su instrucción militar. Muñoz explicó que duró un mes durante el cual durmieron en carpas o hicieron “vivac” mientras recibieron instrucción de tiro y de obediencia.

Por su parte, Eduardo San Emeterio interrogó sobre jurisdicciones militares y diferencias entre helicópteros de la Aeronáutica y del Ejército, en la misma línea de su colega precedente. Más adelante el defensor lo interrogó sobre el tipo de arma y el ángulo del disparo que recibió. Ariel Civit quiso saber cómo lo había trasladado el arriero cuando lo rescató: “En el primer momento, a caballo”, aclaró el testigo.

Muñoz explicó que estuvo en un hospital de Mendoza hasta que su hermana Eva Victoria Muñoz lo trasladó —de forma ilegal, porque la persecución seguía— a San Martín, al Hospital Perrupato. Luego viajó en tren al Hospital Santojanni de Buenos Aires, donde permaneció un año. Finalmente lo llevaron al Hospital Tornú hasta recibir el alta, casi dos años más tarde: había perdido un pulmón y la pleura izquierda, además de otras secuelas de la tortura sufrida.

Roberto Muñoz

“¿Volvió a Las Lajas?”, preguntó Civit: “Usted volvería al lugar donde lo quisieron matar? No, y no volvería nunca”, pronunció el testigo. El abogado también consultó con eufemismos por las demás personas que estuvieron “alojadas” con Muñoz “en la montaña”.

La próxima audiencia será el viernes 3 de septiembre a las 9:30.

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El Colectivo Juicios Mendoza se conformó en 2010 por iniciativa de los Organismos de Derechos Humanos para la cobertura del primer juicio por delitos de lesa humanidad de la Ciudad de Mendoza. Desde ese momento, se dedicó ininterrumpidamente al seguimiento, registro y difusión de los sucesivos procesos judiciales por crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.