AUDIENCIA10 / Diez años de prisión para Segundo Héctor Carabajal

07-03-2019 | Luego de 41 años, la apropiación de Claudia Domínguez Castro recibió condena. El juicio empezó el 11 de octubre de 2018 y tomó diez audiencias de debate.

En una sala colmada por el público, Mendoza tuvo su primera sentencia por sustracción, ocultamiento y retención de la identidad de una menor, ejecutada en el marco de la práctica sistemática de robo de niños y niñas durante el terrorismo de Estado. Históricas e históricos militantes de Derechos Humanos acompañaron la audiencia, entre ellos, el abogado Beinusz Szmukler.

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El público sigue la sentencia del Tribunal Oral Federal 1

Claudia, nacida durante el cautiverio de su madre, Gladys Castro -que continúa desaparecida-, recuperó su identidad luego de una prueba de ADN solicitada por la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) en agosto de 2015.

El breve juicio que investigó la apropiación de la menor en marzo de 1978 tuvo tres personas imputadas: Segundo Héctor Carabajal, militar que prestó servicios en el Destacamento de Inteligencia 144 del Ejército y que entregó a la recién nacida al matrimonio compuesto por su cuñada, Antonia Reitano, y Julio Bozzo. La pareja recibió a Claudia junto con un certificado médico que señalaba a Reitano como madre biológica y su domicilio como el lugar del parto. Así fue inscripta en el Registro Civil.

Carabajal, miembro del aparato represivo, fue encontrado culpable de la sustracción de la recién nacida, además de los delitos de retención y ocultamiento de la identidad y falsificación de documentos públicos. Recibió 10 años de prisión.

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Carelli, Piña (en disidencia) y Marisi dictan sentencia

Bozzo y Reitano negaron por años la intervención del agente de inteligencia en la entrega de Claudia. La pareja recibió la pena de 3 años de prisión domiciliaria por los delitos de retención y ocultamiento de la identidad de una menor de diez años y falsificación de documentos públicos.

Palabras finales de Carabajal

Carabajal decidió decir las últimas palabras antes de la lectura del veredicto. Ratificó todo lo sostenido en su primera declaración.

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Palabras finales de Carabajal

“Hice un gran mal”, aseguró, y se lamentó por el daño provocado a la familia biológica de Claudia y a la suya propia: “los condené social y económicamente”. Negó haber sabido la procedencia de la niña como también haber conocido a Gladys Castro y a Walter Domínguez: “Estoy aquí por hipótesis, supuestos o inventos”. “Cuando recibí a la niña creí que hacía un gran bien, entregarla a un hogar bien constituido (…) Si no la hubiera recibido, no sé si la señora Claudia estaría sentada acá”, declaró.

Como es costumbre entre los imputados por crímenes de lesa humanidad, utilizó el recurso de invocar a dios para desligarse de responsabilidad: “solo dios sabe por qué hace las cosas”. Y concluyó: “soy el primer interesado en querer reparar el daño que causé”.

Julio Bozzo agregó: “ya hemos dicho todo lo que sabemos, nuestra verdad”. “Hemos sido engañados “, concluyó, en una clara referencia a su cuñado “Tito” Carabajal.

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Antonia Reitano y Julio Bozzo

La condena llegó. ¡Gladys Castro y Walter Domínguez, presentes!

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El Colectivo Juicios Mendoza se conformó en 2010 por iniciativa de los Organismos de Derechos Humanos para la cobertura del primer juicio por delitos de lesa humanidad de la Ciudad de Mendoza. Desde ese momento, se dedicó ininterrumpidamente al seguimiento, registro y difusión de los sucesivos procesos judiciales por crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.