AUDIENCIA 20 / DETALLES REVELADORES EN LA PALABRA DE MORÁN

02-02-2011 | Rafael Morán era jefe de la Sección Policiales del Diario Los Andes a la hora de su detención, el 24 de marzo de 1976. Su labor le permitió informarse de qué modo y quiénes actuaron en plena etapa represiva. Lo rico de su testimonio fue el relato de varias anécdotas que pintan de cuerpo entero la arbitrariedad y corrupción puesta en marcha en aquella etapa. El abogado Herrero fue expulsado por el tribunal.

El periodista apresado el día del golpe salió el 5 de agosto del mismo año. En esos cuatro meses pasó por el Liceo y los barracones de la Compañía de Comunicaciones; compartió cautiverio con las personalidades alojados en esos centros. Obra de la arbitrariedad estuvo simultáneamente en libertad y detenido a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, desde agosto hasta el 22 de diciembre del 76, fecha del cese del decreto del PEN. “Estuve detenido sin estar”, dijo. En una pose, con arresto justiciero, Tamer Yapur tomó la decisión de liberarlo mientras que en la letra del decreto estaba preso. Debido a esta irregularidad, Los Andes se excusó de reincorporarlo.

En las dependencias mencionadas, Morán fue sometido a tres interrogatorios en los que le preguntaban casi exclusivamente por Antonio Di Benedetto, subdirector del Diario Los Andes. “Eran preguntas tontas, de gente con gran desconocimiento”, dijo. Presumían que por sus escritos Di Benedetto era ideólogo del ERP [Ejército Revolucionario del Pueblo], cuando en realidad era un cultor del preciosismo en el lenguaje y sus obras carecían de intencionalidad política o compromiso social», aseguró. Sin embargo, estaban ensañados con Di Benedetto. Por otro lado, recordó que al tomar el Ejército el mando operacional de todas las fuerzas, el personal del diario fue advertido que clausurarían el periódico y detendrían a los periodistas si publicaban temas referidos a la represión. Pero, de a poco, fueron negándose a la censura e incluyendo pequeñas denuncias con la anuencia de Di Benedetto.

Contó varias anécdotas pintorescas, así evocó la reacción de un militar que ante el reclamo de los golpes que sufrían algunos detenidos respondió altivo: “El Ejército mata o detiene pero no tortura”. Lo curioso fue que años después lo encontró organizando el recital de Sting por los Derechos Humanos en condición de funcionario del gobierno de Bordón: se trata del capitán Rubén González Viescas. Hizo referencia, también, a personajes reciclados que circulan por las calles de Mendoza. Enrique Gómez Saá, perteneciente al cuerpo de represores en el área de Inteligencia, vive en pleno centro y hoy es miembro de una empresa de seguridad privada. Asimismo resaltó los episodios de latrocinio y corrupción que pudo constatar.

En su entender, había “condenas secretas” decididas por la Comunidad Informativa, un cuerpo integrado por miembros de todas las dependencias militares y policiales con asiento en Mendoza que decidían en forma conjunta las operaciones a realizar, personas a detener y/o desaparecer. Él cayó en desgracia, dijo, por “ser funcional a la subversión” según los criterios de la Comunidad.

Al inicio de esta audiencia, el tribunal expulsó por inconducta a Alejandro Herrero, abogado del excomisario Luis Rodríguez, ya que en la audiencia pasada se retiró dejando sin defensa a su cliente imputado en estas causas.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

El Colectivo Juicios Mendoza se conformó en 2010 por iniciativa de los Organismos de Derechos Humanos para la cobertura del primer juicio por delitos de lesa humanidad de la Ciudad de Mendoza. Desde ese momento, se dedicó ininterrumpidamente al seguimiento, registro y difusión de los sucesivos procesos judiciales por crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.