AUDIENCIA 7 / ALICIA MORALES CONMOVIÓ Y RECONOCIÓ A REPRESORES

07-12-2010 | El 7 de diciembre, en el marco del segundo juicio por delitos de lesa humanidad en Mendoza, solo prestó declaración Alicia Morales, exdetenida durante la dictadura cívico militar en el centro de operaciones D2 y, actualmente, integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de San Rafael.

En condición de Testigo General o de Contexto pintó un cuadro perfecto sobre las características y procedimientos practicados por la patota del D2, se refirió a los lazos de solidaridad tejidos entre las mujeres presas y del impacto sufrido al regresar en libertad a una sociedad con valores distorsionados, donde se sintió discriminada. A lo largo del relato, para dar cuenta de lo sucedido utilizó una y otra vez la palabra: destrucción.

Alicia Morales contó que la noche del 12 de Junio de 1976 un grupo de personal militar y civil con pasamontañas y armas largas irrumpió en su casa ubicada en calle Rodríguez 78 de Ciudad donde, junto a su esposo, Juan José Galamba, su hija de año y medio y su bebé de dos meses, compartía vivienda con María Luisa Sánchez, Jorge Vargas y las dos hijas de la pareja.

La detención de las mujeres junto a sus hijos duró alrededor de 48 horas, el día 13 de junio fueron separadas de los niños y trasladadas individualmente al D2. Alicia permaneció semanas en los calabozos de los presos comunes, bajo un trato infrahumano, sin luz, agua, alimentos y sin permiso para ir al baño. Fue golpeada, humillada y torturada psicológicamente por el destino de sus hijos. “Por instinto de supervivencia hasta mis pechos dejaron de llorar”, contó la mujer.

Pero la saña de los hombres de las fuerzas armadas no se reducía al secuestro, a la tortura y a la desaparición de adultos. Alicia relató que la hija de María Luisa Sánchez, la noche del secuestro fue utilizada por personal del D2 para “marcar” gente. La propia nena comentó que la llevaron a la Terminal a “reconocer tíos” meses antes de que se suicidara en la casa de sus abuelos donde vivió después del secuestro de sus padres.

Además, según supo Alicia, la niña que en ese momento tenía 5 años, fue llevada a la sala de torturas y sometida a interrogatorios, manoseo mediante, a la vista de su padre que también estaba detenido en el D2.

“Esto también es un crimen, un crimen que tiene que ver con todo lo que nos pasó a los argentinos, un crimen que no puede quedar impune” expresó Alicia mientras relataba la trágica historia de la hija de María Luisa y Jorge.

Alicia Morales permaneció detenida en el D2 hasta octubre de 1976. Circuló por varias prisiones, fue liberada por tres días y nuevamente apresada hasta que salió de Devoto en 1980. Estuvo sometida a Consejo de Guerra por un  tribunal conformado por oficiales  del 8vo Regimiento de Infantería de Montaña. Ese “absurdo del absurdo” la hizo jurar por estatutos militares y pretendió que delate a su marido, luego la condenó a 4 años de prisión por intento de incitación a la violencia colectiva, participación en agrupación subversiva y tenencia de armas de guerra.

Ya en democracia, Alicia se constituyó en denunciante ante la CONADEP. En cierta ocasión, fue convocada por el organismo para realizar un reconocimiento del D2; grande sería su sorpresa cuando descubrió que dos de sus represores (Mechón Blanco y Caballo Loco) aún permanecían como personal de esa dependencia.

Entre los agentes de la represión en el D2, reconoció por registro vía imágenes a Miguel Ángel Tello Amaya, Pablo Gutiérrez, Alfredo Milagro Castro, Mario Esteban Torres, Díaz Peralta, Manuel Bustos Medina “Mechón Blanco” (quien amenazaba: “Ya te va a tocar a vos la salita de canto y solfeo”, refiriéndose a la sala de torturas), José Sosa Córdoba, Eduardo Smaha y a Tamer Yapur, quien firmara su condena para el Tribunal de Guerra. A lo largo de su declaración manifestó reconocer a Carlos Rico Tejeiro, quien se desempeñara como Subsecretario de Seguridad al iniciarse la gestión del Gobernador Jaque,  como integrante de la patota del D2, dato corroborado por la testigo en otros registros fotográficos. Motivo por lo cual la querella pidió que fuera incluido en los álbumes de personal actuante en el Centro de Operaciones D2.

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El Colectivo Juicios Mendoza se conformó en 2010 por iniciativa de los Organismos de Derechos Humanos para la cobertura del primer juicio por delitos de lesa humanidad de la Ciudad de Mendoza. Desde ese momento, se dedicó ininterrumpidamente al seguimiento, registro y difusión de los sucesivos procesos judiciales por crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.