Vilma Rúpolo, Sara Gutiérrez y Silvia Ontivero

Audiencia 31 / El sostén entre compañeras

15-09-17 / En una breve jornada, la bailarina Vilma Rúpolo testimonió sobre su detención, en el Casino de Suboficiales del Ejército, cuando se encontraba en pleno puerperio. Se refirió a los tormentos sufridos y a sus compañeras de cautiverio. Además, identificó a algunos represores.

Detrás del Hospital Militar, ubicado en la Avenida Boulogne Sur Mer de Ciudad, el Casino de Suboficiales funcionó como Centro Clandestino de Detención (CCD) que concentraba sólo mujeres.

Este VI juicio contiene los delitos cometidos contra 14 detenidas que fueron alojadas en ese espacio. Una de ellas, Vilma Emilia Rúpolo, fue la única testigo de esta jornada.

A pedido de la Fiscalía relató que fue detenida en su domicilio, a sólo dos días de dar a luz a su primer hijo. Trasladada en un camión, llegó a una dependencia del Ejército que “después señalizamos” como Sitio de la Memoria, aclaró, en referencia al Casino de Suboficiales. Desde ese lugar, por medio del cura, consiguió que le trajeran a su bebé.

Vilma Rúpolo, Sara Gutiérrez y Silvia Ontivero

Permaneció en el Casino durante 5 meses. Al lugar lo describió como un contraste entre dos realidades. Por un lado, la contención, la calidez generada por sus compañeras. La contracara fueron las torturas padecidas en un lugar de los barracones; según ella, ubicados en los fondos del gran predio del Ejército, en los límites de la calle que va hacia la Universidad.

Allí, vendada, fue muchas veces torturada. Los verdugos no usaban picana, sino que la colgaban de las muñecas con alambre, de modo que quedaba “despegada del piso, bamboleando”, dijo; entonces, le pegaban. Pudo establecer que cada sesión duraba 2 horas, de suerte tal que utilizó distintas artimañas para demorar el inicio de la agresión. En una ocasión la llevaron con el único propósito de que gritara mientras interrogaban a Estela Izaguirre, también detenida. En otra, echaron mano del submarino seco, perdió el conocimiento, y cuando volvió en sí se encontró vestida y rodeada de sus compañeras quienes le ofrecieron algo para beber. Tenía que recuperarse pronto, dijo, “para atender al bebé”.

De cualquier forma, era un espacio de detención inusual ya que tenían hasta cubiertos de mesa para servirse comidas apetecibles. Incluso relató un episodio que calificó como “delirante”. Dora Goldfarb, nuera del general Pedro León Lucero – interventor de la provincia de Mendoza en 1975-, aceptó prestarle el auto a uno de los miembros del CCD. Fue sacada del lugar y aprovechó para hablar con Lucero y relatarle que dentro del CCD estaba Vilma con su bebé. El episodio tuvo gran repercusión interna.

Evocación de las detenidas

El fiscal ad hoc, Daniel Rodríguez Infante la indagó sobre qué recordaba de las otras presas. Rúpolo las nombro una a una. De este modo, describió algunos aspectos de Liliana Buttini, Edith Arito, Susana Nardi y Olga Salvucci; esta última muy torturada. Además, evocó a Beatriz García como “una persona fundamental”, por su ayuda. Asimismo, rememoró a Cora Cejas como una militante que trataba de convencer a sus carceleros, mientras que Norma Sivila estaba consagrada a investigar y reunir información, fiel a su condición de periodista. A algunas otras detenidas, no las recordaba.

Vilma Rúpolo y Sofía D’Andrea

Finalmente, en relación a los integrantes de ese CCD, señaló al Tte. Ledesma como quien daba las órdenes en el lugar; agregó que suponía que sus torturadores eran tres: García (muerto en Malvinas), un tal Willy y un tercer hombre, cuyo nombre no pudo precisar. Agregó que cuando se dispuso su traslado a la Penitenciaría, el trío se encontraba en la puerta del penal, en actitud desafiante. Luego creyó verlos a los tres, en un auto Falcon, a la entrada del primer festival que dio Mercedes Sosa, de regreso en el país. Entonces, se escabulló del lugar.

Vilma Rúpolo

Vilma Rúpolo ofreció un conmovedor testimonio, con trances dolorosos, pero relatados con delicadeza, sin dramatismo.

La próxima audiencia será, probablemente, el jueves 21 de septiembre.

El presidente del Tribunal aclaró que la característica de esa audiencia dependerá de la fecha que se fije para la lectura de los Fundamentos del Fallo del IV Juicio, prevista para el 20 o 21 de este mes.

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El Colectivo Juicios Mendoza se conformó en 2010 por iniciativa de los Organismos de Derechos Humanos para la cobertura del primer juicio por delitos de lesa humanidad de la Ciudad de Mendoza. Desde ese momento, se dedicó ininterrumpidamente al seguimiento, registro y difusión de los sucesivos procesos judiciales por crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado.