18-02-2022 | Se realizó una inspección ocular a la casa donde funcionó el Destacamento de Inteligencia 144 del Ejército. El recorrido fue guiado por Ángela Pastora Vélez, quien anteriormente declaró haber sido secuestrada y torturada allí. La próxima audiencia es el 4 de marzo a las 9:30.
En la jornada se realizó una inspección ocular pendiente en este juicio en la casa ubicada en la esquina de Emilio Civit y Martínez de Rozas de la Ciudad de Mendoza, donde funcionó el Destacamento de Inteligencia 144 del Ejército. El 25 de junio de 2021, Ángela Pastora Vélez había declarado que en ese lugar fue secuestrada y torturada. El recorrido constituyó, explicó el juez Alberto Carelli, es una continuación de aquella declaración.
A Vélez le costó reconocer el lugar. Pasaron ya más de 40 años desde que en el 80 u 81 volvió a pasar por la zona con su hijo para saber dónde había estado años atrás. En un principio, antes de entrar al inmueble, pensó que quizás no estaba ubicado en una esquina pero el frente no le pareció tan ajeno.
Al ingresar se dirigió hacia la izquierda porque ese era el camino que tenía en su memoria, pero pensó que quizás no había estado en esa habitación. Cuando estuvo secuestrada había varias personas ubicadas en dos grupos y la sala no parecía tener capacidad para esa cantidad de gente. También señaló que frente a aquel ambiente había un baño que tenía una tina con agua y sal, donde antes de darle la libertad quisieron que se sumergiera para disimular los moretones.
Tampoco reconoció el piso actual. Con la habitación de al lado le pasó algo similar: “Me extraña que sea así esto”, dijo. En realidad, el paso del tiempo no es el único factor. Hay muchas cosas que no puede recordar porque estuvo casi todo el tiempo vendada.
El recorrido continuó y atravesó una gran sala de estar y otros ambientes camino al sótano. Le preguntaron a Ángela si estaba en condiciones de bajar y ella asintió. El juez Carelli la precedió. Algunos escalones antes de terminar de bajar ella observó el lugar y rompió en llanto. No pudo seguir y necesitó salir de esa casa.
Reproducimos un fragmento de su declaración previa recogido en la crónica N.° 50 de este juicio:
«Posteriormente la llevaron a otra habitación donde había solo mujeres: con ella eran cinco en total. A lo largo de la noche las fueron buscando de a una. Ángela descendió por unas escaleras a un ‘sótano’ donde la torturaron dos veces con picana hasta que se desmayó. Cuando recuperó la conciencia oyó que decían ‘la vamos a matar’. La levantaron de ‘una especie de cama’, continuaron golpeándola y la regresaron donde estaban las demás mujeres».
La próxima audiencia será el 4 de marzo a las 9:30.